80 familias del barrio Bolaños dependen de los aventones

Drama. María Achig apela a la bondad de la gente para poder cruzar el túnel. Solo así puede llevar a su esposo al médico.
Drama. María Achig apela a la bondad de la gente para poder cruzar el túnel. Solo así puede llevar a su esposo al médico.

María Petrona Achig, de 70 años, vive en el barrio Bolaños, en el costado oriental del túnel Oswaldo Guayasamín, que conecta a Quito con los valles.
Todos los martes, jueves y sábados, acompaña a su esposo a las sesiones de diálisis, a las que se somete en una clínica. La falta de transporte público le obliga a pedir un aventón a los conductores particulares.

La madre de familia confiesa que enfrenta dificultades para cruzar al costado occidental del túnel, sobre todo cuando hay contraflujo y los tres carriles permiten el ingreso hasta la Plaza Argentina. Generalmente espera entre 20 y 30 minutos hasta que algún conductor se compadece y les lleva. La paciencia es vital para que su esposo cumpla con su tratamiento.

Esta misma realidad la viven estudiantes, profesionales y mujeres con niños en brazos, quienes reconocen que están condenados a ‘halar dedo’ para cruzar el túnel y cumplir con sus actividades cotidianas.

Cifras
37.000

vehículos circulan a diario por el túnel Guayasamín.Por la mañana, tarde o noche, se puede observar a los vecinos del barrio Bolaños, donde viven unas 80 familias, intentando movilizarse entre Quito y los valles.

David Llumiquinga, estudiante secundario, cuenta que hay pocas personas que detienen la marcha de sus vehículos para ayudarles, pero aclara que “la mayoría pasa de largo”.

El menor reconoce que la gente piensa que es un riesgo dejar que un desconocido aborde su auto, pero para él, esa es la única forma de salir del sector. “Siempre tratamos de apoyarnos entre nosotros, nos ponemos distantes para que no nos vean amontonados o tratamos de estar en compañía de una mujer, porque si solo ven hombres no paran”, explica.

Miguel Vega, habitante de la González Suárez, considera que la solución sería que se construya una calle alterna al túnel por la que circule el transporte público. Recordó que antiguamente sí existía una alternativa, pero la mesa de asfalto se perdió por las filtraciones de agua y eso afectó a los vecinos del barrio Bolaños.

El Dato
A las 07:00 y 19:00 es cuando más gente pide en la vía que le ayuden a pasar el puente.Para dar una solución integral, el Municipio planteó que se construya la Solución Vial Guayasamín, pero, según el último informe que presentó, el gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas, Iván Alvarado, los planos de esta iniciativa, que debía ejecutarse entre 2016 y 2017, todavía están a la espera de su aprobación.

El funcionario considera que este proyecto es vital para la ciudad. Recordó que le correspondió construir el túnel Guayasamín durante la alcaldía de Paco Moncayo y que, por razones económicas, no fue posible hacer las otras dos vías. La propuesta contemplaba dos carriles de ingreso y dos de salida.
Considera que hay que aplaudir la iniciativa de concretar las dos vías que están faltando, que es una necesidad imperiosa para toda la comunidad del sector. “Este proyecto debe ser tratado de la mejor manera”.

Aclaró que el Municipio no invertirá en esta facilidad vial, por lo que considera una oportunidad que los estudios y la construcción de nuevos carriles están bajo la responsabilidad de un socio estratégico. (PSD)