Redacción ESMERALDAS
En la cárcel de varones de Esmeraldas, donde solo deberían estar 900 presos durmiendo y ‘rehabilitándose’, están 1.670. Entre la población carcelaria, uno de los presos es el ayudante de enfermería. Ahora, entre ellos está una alerta de influenza.
La advertencia nace de la Defensoría del Pueblo. El temor es que el virus pueda estar relacionado con el Covid-19. Por eso le piden al presidente del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) provincial y gobernador de Esmeraldas, Pablo Hadathy que acoja y disponga la ejecución de cuatro recomendaciones.
Primero, que se haga una campaña médica con profesionales del Distrito de Salud y que se dote de medicina que ayude a mitigar los dolores de cabeza, cuerpo y garganta reportados por los internos en hacinamiento.
Alerta en la ‘peni’
La Defensoría también pidió, a través del oficio No DPEESM-2020-0069-0 con fecha 28 de marzo, que se mantenga la restricción de visitas de familiares o afines a la cárcel de varones, la más grande del Esmeraldas.
En el documento firmado por el delegado provincial de la Defensoría, Álex Estupiñán Gómez, se pide continuar con la desinfección de pabellones, celdas, oficinas, áreas de cocina, de trabajo y estudio de la prisión.
“Se conoce que han recibido (en la cárcel) una donación de 200 paracetamol, sin embargo, dada las complicaciones presentadas por los síntomas es importante viabilizar la atención”, le conminan al subdirector técnico de rehabilitación social, Orlando Jácome.
El problema de la influenza no es exclusivo de Esmeraldas. En la Penitenciaria del Litoral, en Guayas, más de la mitad de los pabellón 11 están con fiebre, dolor de cabeza, gripe y tos “sin que se pueda tener acceso a medicinas o evaluación técnica”. (MGQ)