En la isla de Muisne, cabecera cantonal del mismo nombre, los pobladores estamos disminuidos en la provisión de elementos básicos de la subsistencia diaria, como son, artículos alimenticios variados y el suministro eficiente de las bombonas de gas. Quienes nos aprovisionan, se dan modos para compensarnos a través de mototriciclos que atraviesan el puente, porque la gabarra se halla varada en media ría desde hace más de un mes, por orden de un embargo dictado por un juez esmeraldeño. El alcalde ordenó la habilitación del puente para vehículos pequeños y medianos como los de ambulancias, policía, bomberos y de funcionarios municipales que viven fuera de Esmeradas y de algún propietario de bien inmueble residente isleño.
El señor Alcalde, a través del abogado Procurador Síndico municipal, ha realizado ante el doctor Jaramillo Loor, Juez Civil de Esmeraldas, el reclamo correspondiente para levantar la orden de arraigo. La causa del embargo ilegal, radica en la falta de pago por parte del municipio de unas tres lanchas adquiridas por el anterior alcalde Proaño, dizque con fines turísticos, que jamás han funcionado. Parece que se le debe al vendedor la mayor parte del monto concertado. El Municipio actual le ha ofrecido devolver esas embarcaciones.
El motivo del reclamo municipal hasta ahora demorado en contestar, es el de que la gabarra no es un bien municipal sino de la Armada del Ecuador, por lo que es absurdo el arraigo dictado. Esperemos que el mencionado Juez, a la brevedad que la necesidad muisneña obliga, retire la absurda prohibición que ocasiona daño al buen convivir de la sociedad isleña.
Por otra parte, llama la atención en como el virus covid19 se ha comportado benévolamente con la población muisneña. Es curiosa la forma en como la población trata de protegerse a través de medidas caseras y tradicionales. Mucho creo que tendrán que ver, las condiciones climáticas de viento fresco salino, temperatura moderada y la ausencia de sitios de aglomeración. Ahora, la mayoría de personas no están usando el tapabocas ni se cuidan de la distancia protectora entre ellos. Espero que esto no ocasione una reactivación del contagio.
Fausto Merino Mancheno