Hay un foco de contagio en los que se quedan en casa, con síntomas y sin acceso a pruebas

REALIDAD. Los controles se mantienen, en medio de las fuertes restricciones a la movilidad.
REALIDAD. Los controles se mantienen, en medio de las fuertes restricciones a la movilidad.

En las cifras oficiales hay más casos descartados que confirmados, pero los expertos ven riesgos.

Según cifras oficiales, con corte a la mañana de ayer, existían 2.159 casos descartados por Covid-19. Este es un número mayor que el de casos confirmados y equivale al 46% del total de confirmados y en sospecha.

El doctor José Sánchez, experto epidemiólogo, explicó que se deben tomar medidas urgentes para que el sistema de salud pueda hacer un mejor diagnóstico, con mayor rapidez; pero sobre todo que, en los niveles primarios de atención, se descarten casos antes de que se los someta a pruebas de coronavirus.

En primer lugar, según el experto, se debe fortalecer la atención a nivel de centros y subcentros de salud, con el fin de que no todas las personas con síntomas gripales, o de problemas en las vías respiratorias, vayan a los hospitales. “En el nivel primario se debe descartar casos por afecciones comunes. Así se ahorran gastos y se pueden dirigir las pruebas a los grupos realmente vulnerables”.

En segundo lugar, las autoridades deben implementar una búsqueda activa de casos con posible contagio, estableciendo zonas o sectores donde hay más riesgo. La estrategia no puede quedarse en esperar que los pacientes lleguen.

«Hay mucha gente que se queda asilada en su casa y no sabe que tiene la enfermedad; por lo que se convierte en un foco silencioso”, acotó.

En tercer lugar, también es necesario hacer un seguimiento y análisis más estrecho y exhaustivo a los grupos más vulnerables, como ancianos, personas con enfermedades preexistentes y de bajo sistema inmunológico, con el fin de hacer pruebas tempranas para reducir el riesgo de agravamiento.

Una barrera más fuerte

Daniel Simancas, epidemiólogo de la UTE, aseveró que, si se hacen las cosas bien, la curva de contagios comenzaría a revertirse o aplanarse en la primera o segunda semana de mayo.

1.890 casos se habían confirmado hasta la mañana de ayer.En otras palabras, en ese punto recién comenzaría a retroceder el brote viral; aunque eso no quiere decir que no puedan existir rebrotes en los meses siguientes, por lo que hay que estar preparados.

Sin embargo, uno de los problemas que retrasarían esa meta es el subregistro de casos positivos que existe en el país. “Hay una cola de más de una semana de espera. Por eso, se deben hacer masivamente pruebas”.

2.159 casos se habían descartado.Actualmente, el porcentaje de positivos fluctúa entre 30 y 40%. Eso significa que no se está diagnosticando lo suficiente; y se lo está haciendo muy tarde. Si se diagnostica en la fase asintomática, se puede evitar que la persona contagie a otros, incluso a su propia familia, sin saberlo”, afirmó.

Además, hay que tomar en cuenta que el virus puede durar hasta dos semanas en el cuerpo; pero, en algunos casos, se mantiene por mucho más; por lo que la posibilidad de contagio aumenta, si no se cumplen con las medidas básicas de higiene y aislamiento; y no se tiene un sistema efectivo de diagnóstico.

46% de contagios corresponde a mujeres.La poca capacidad para confirmar contagios se puede observar en la respuesta del viceministro de Gobernanza y Vigilancia de Salud, Julio López, sobre el número de médicos y otros trabajadores hospitalarios que han sido confirmados como contagiados. El funcionario no pudo dar un dato exacto ayer, tan solo expresó, en términos muy generales, que “con algún tipo de patología, tenemos alrededor de 154 trabajadores de la salud, con sospecha de contagio”. (JS)