Quítate tu pa ponerme yo

Rocío Silva

La virtud de prudencia es esencial en la vida cotidiana; y más aún en la vida política, la virtud no es otra cosa que la capacidad de poner freno a los impulsos como único camino para conseguir propósitos y fines. Si en política se deja pasar por alto el sentido de la prudencia, puede la mínima intención conducir al desconcierto y confusión entre los pobladores.

Esta virtud parece estar escasa en el comportamiento de la exasambleísta Ana Galarza, quien en la última semana fue protagonista de autoproclama para Gobernadora de Tungurahua; no cabe duda que ese fuera su deseo. Sin embargo, algo no cuadra entre su deseo y quien toma las decisiones, en este caso el presidente Moreno, por eso, el ejercicio de la prudencia es vital en todo político que aspira a ocupar un espacio de libre remoción, y más todavía si accede a dicho espacio y desea conservarlo, habrá de actuar con tanta cautela que sea la clave para su estabilidad política, eso se logra brindando señales claras, y encontrando la oportunidad precisa para declararlas y no entrar en un marasmo de contradicciones.

Al parecer, la prudencia política es una virtud próxima a ser considerada como un bien escaso en Tungurahua, no solo se manifiesta en declaraciones que dejan entrever ambiciones personales, se percibe en la toma de decisiones y firma de contratos, en todos los niveles de la administración territorial, parecería que los políticos que llegan a autoridades no saben escuchar y no se dejan aconsejar. Una de sus reglas es de puro sentido común y consiste en tener siempre presente que todo tiene su momento y lugar.

“Quítate tu pa’ ponerme yo, Vamos a ver aquí quien es quien, después no digan que no se advirtió”, estribillo interpretado por Héctor Lavoe, parecería ser el himno que impulsa a tomar las decisiones más absurdas sobre la ocupación de pretendidos cargos, lo cual demuestra el total menosprecio a quien ocupa las funciones, por tanto lo mejor es confiar en la formación profesional que se adquirió, fortalecerla con principios éticos y sobre todo vivir del trabajo.