A través de la Cancillería solicita aplicar las recomendaciones de la CIDH y retomar la mesa de diálogo.
El Gobierno condenó ayer los hechos de violencia ocurridos en Nicargua e instó al Gobierno de ese país a aplicar unas recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que buscan el restablecimiento de la convivencia pacífica en ese país.
Ecuador “condena los actos de violencia suscitados en Nicaragua que han ocasionado numerosas víctimas mortales y cientos de heridos, al tiempo de requerir el inmediato cese del clima de beligerancia en ese país”, señaló la Cancillería en un comunicado oficial.
Además, Gobierno ecuatoriano, a través de su flamante canciller José Valencia, instó a Nicaragua a “implementar cuanto antes las recomendaciones del informe presentado” por la CIDH sobre la crisis en el país centroamericano.
212 muertos
La CIDH cifró en 212 los muertos durante las protestas, a los que se suman otros nueve advertidos por el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).
A excepción de Venezuela, los países de la Organización de Estados Americanos (OEA) respaldaron el informe de la CIDH, que señaló al Gobierno de Ortega por la cifra de muertos, los 1.337 heridos y 507 personas privadas de la libertad durante el conflicto.
Con base en ese informe, el Gobierno ecuatoriano condenó los actos de violencia y llamó a restablecer la paz.
“Retomar el proceso de diálogo en Nicaragua es la única vía para resolver las diferencias”, apuntó el escrito de la Cancillería ecuatoriana, tras hacer un llamado para garantizar el respeto a los Derechos Humanos de la población.
Sobre Venezuela
En cambio el 30 de marzo pasado, la entonces canciller, María Fernanda Espinosa, emitió un tibio comunicado sobre la situación política de Venezuela.
Sostuvo que “ante los hechos suscitados en la República de Venezuela, que evidencian una profunda fractura entre el Gobierno y la oposición y un impasse entre poderes del Estado, el Gobierno del Ecuador reitera su posición a favor del diálogo”.
Murillo: ‘Obra de fe de Dios’
° El Gobierno de Nicaragua calificó ayer el hecho de retomar el control del nororeste del país, tras atacar las protestas civiles en la zona, como una “obra de la fe de Dios”, en una jornada en la que unas cuatro personas murieron en medio de la crisis sociopolítica que deja al menos 218 muertos.
“Haber logrado esta mañana recuperar movilidad, seguridad, en la (carretera) Panamericana, estamos hablando de Nagarote, estamos hablando de La Paz Centro, dar lugar al tránsito y al tráfico internacional, un acontecimiento milagroso, obra de la fe en Dios”, dijo la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, a través de medios del Gobierno.
Entre tanto, el cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes y el obispo Rolando Álvarez sostendrán una audiencia privada con el papa Francisco en el Vaticano, esta semana, para abordar la crisis de Nicaragua, que ha ocasionado enfrentamientos sociales, informó ayer el Episcopado local.