Machos y hembras alfa, ¿hasta cuándo?

La semana pasada tuvimos un curioso espectáculo jurídico y parlamentario. El Vicepresidente y sus partidarios tratando de defenderse atacando, refutando supuestas pruebas en contra del primero mediante manifestaciones de ira y una retórica negativa hacia la oposición y los medios de comunicación independientes. En todos los casos sin pruebas contundentes de descargo. ¿Hasta cuándo podrán sostener tal estrategia?

La ley es inexorable, como los perros: no ladra más que al que va mal vestido”. Pío Baroja, Escritor español (1872-1956)

En la escena política se han instalado gloriosos bravucones, cuya bravuconería les vacuna contra objeciones o preguntas incómodas. Las suyas son ‘teorías acrisoladas’ y en su defensa echan mano a insultos, sarcasmos atroces, calumnias y maniqueas respecto al pasado. Ese es su escudo protector contra cualquier tipo de insinuación sobre el mal manejo de los recursos públicos.

Ya no pueden quedar, sin riesgos, por encima de los demás. La defensa del Vicepresidente y sus adláteres hasta ahora esquiva, con la ayuda de los mecanismos establecidos por el régimen anterior, su obligación constitucional de responsabilizarse política y legalmente por lo que se hacía, deshacía, encubría, peculaba y manipulaba en las instituciones de las que eran responsables.

La justicia, aunque anda cojeando, rara vez deja de alcanzar al criminal en su carrera”. Horacio, Poeta latino (65 AC-8 AC)

Incomodan esos machos y las hembras alfa que prenden las alarmas cuando en aquello que consideraban “su manada” obediente emergen dudas, desacuerdos y rechazos a su manera de hacer política y encubrir presumibles actos de corrupción. Les aterroriza el hecho de que en la sociedad ya no tienen la capacidad de antes para manipular la realidad, imponer el silencio y la obediencia. Más temprano que tarde los hechos terminarán por aparecer y hablar fuerte.