Marcha en Caracas bloqueada por militares deja varios heridos

DISTURBIOS. Como suele ocurrir, las marchas de ayer terminaron en violencia. (AP)
DISTURBIOS. Como suele ocurrir, las marchas de ayer terminaron en violencia. (AP)

No hay ninguna posibilidad de que haya una salida negociada a la crisis. De nada ha servido la presión internacional.

CARACAS, AFP-EFE

Militares bloquearon ayer con gases lacrimógenos una marcha que se dirigía al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), en Caracas, en respaldo a 33 magistrados juramentados por el Parlamento en plena ofensiva opositora contra el presidente Nicolás Maduro y su convocatoria a Asamblea Constituyente.

El Legislativo, controlado por la oposición, designó el viernes a un TSJ paralelo, alegando que los jueces de la corte suprema fueron designados ilegalmente por la anterior mayoría parlamentaria chavista y sirven al Gobierno socialista.

«Apoyamos a los nuevos magistrados, porque devolverán su independencia al TSJ, que ahora lo que hace es cumplir órdenes de Maduro», dijo a la AFP Luis Torrealba, manifestante de 43 años, acompañado por su esposa y su hijo adolescente.

Sin embargo, la Sala Constitucional del tribunal advirtió que la juramentación de estos jueces configura los delitos de «usurpación de funciones» y «traición a la patria», que se castigan con prisión.

La corte subrayó además que el Parlamento persiste en el «desacato», por lo que considera «nulas» todas sus decisiones desde que se instaló en enero de 2016.

Freno a elecciones

Cuando tomó la neurálgica autopista Francisco Fajardo con la intención de dirigirse hacia el centro de la capital, la movilización de cientos de opositores fue dispersada por uniformados de la Guardia Nacional que dispararon bombas lacrimógenas desde motocicletas.

«La Asamblea Nacional cumplió (…). Ahora, todos a respaldar con la fuerza de la calle el nuevo TSJ», había escrito en Twitter Freddy Guevara, vicepresidente del Congreso, un llamado a participar en las marchas convocadas por la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) en Caracas y otras ciudades.

La MUD se plantea frenar las elecciones de la Constituyente, previstas para el domingo de la próxima semana, que denuncia como «un fraude» que convertiría a Venezuela en ‘otra Cuba’.

Tras la ‘Hora cero’

Entre jueves y viernes, la oposición realizó un paro de 24 horas que definió como ‘la hora cero’ de una escalada de protestas para exigir a Maduro que desista del proyecto, tras cuatro meses de manifestaciones que dejan 103 muertos entre violentos disturbios.

El mandatario ratificó que seguirá adelante con la Constituyente y avisó que esa iniciativa pondrá «orden».

La MUD sostiene que frenar la Constituyente es un «mandato», posterior a un plebiscito simbólico que realizó el pasado domingo contra esa iniciativa, en el que -asegura- votaron 7,6 millones de venezolanos.

Más heridos

Varias personas resultaron heridas ayer en Venezuela al interceptar la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, Policía militarizada) marchas ciudadanas de apoyo a los nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) designados por el Parlamento, de mayoría opositora.

El incidente más grave se produjo en la ciudad de Barquisimeto del estado occidental Lara, donde el fotógrafo Luis Díaz, del periódico La Prensa Lara, «fue salvajemente golpeado por la GNB, que incautó su cámara y memoria con material fotográfico», según informó el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP).

Chavismo y oposición

Opiniones encontradas

La posibilidad de una salida negociada a la crisis en Venezuela expuso ayer opiniones a favor y en contra tanto en las filas chavistas como las opositoras, mientras unas sugieren un escenario de diálogo, otras se niegan rotundamente a las conversaciones pese a más de cien días de protestas.

El diputado Henry Ramos, expresidente del Parlamento, se mostró favorable a una negociación pero condicionó esas conversaciones a la suspensión de la Asamblea Nacional Constituyente, promovida por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, para redactar una nueva constitución.

Sin embargo, ayer el dirigente Andrés Velásquez, también en nombre de la MUD, descartó cualquier posibilidad de negociación con la «dictadura» tras recordar que cien personas han muerto desde abril debido a la violencia desatada durante las protestas, algo por lo que acusó a la llamada «revolución bolivariana».

Maduro, por su parte, ha reiterado que las conversaciones se han mantenido luego de que en enero se suspendiera una mesa de diálogo formal que duró cuatro meses y estuvo auspiciada por el Vaticano y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que invitó para ello a expresidentes de España, República Dominicana y Panamá.

Según el mandatario, se han dado más de cien reuniones de acercamiento entre las partes, muchas de ellas en secreto y gracias a la intermediación de José Luis Rodríguez Zapatero, uno de los acompañantes designados por Unasur.

Entretanto, el dirigente oficialista Diosdado Cabello, uno de los hombres más influyentes del chavismo, remarcó ayer que no existe posibilidad de negociación con los opositores pues, ratificó, la elección de la constituyente «no la detiene nadie».