Sentido a la vida

JUAN PACHECO LUQUE

El hombre es un ser biológico y social; biológico porque su vida se genera a partir de la unión del espermatozoide (varón) y el óvulo (mujer) y social porque vive en sociedad, en comunidad. La vida es una mezcla de tristezas y alegrías; de fortalezas y debilidades; estamos tristes cuando se nos muere algún familiar o cuando nos ocurre algo negativo, y nos ponemos alegres cuando todo nos sale bien; hay que procurar que las manifestaciones de alegría sean superiores a las de tristezas.

En medio de esta realidad vivencial inobjetable, el hombre desarrolla sus actividades de diversa índole: unos lo hacen con entusiasmo y dedicación y otros actúan con poco o ningún interés; indudablemente que los grandes triunfadores serán los hombres que se han fijado metas concretas y se han impuesto brújulas a seguir; hay que tener presente que nada es regalado en esta vida, que todo tiene un precio y ese precio hay que pagarlo con trabajo y esmero, que darán réditos.

Hay algunas personas que teóricamente tienen buenas aspiraciones, como las de contar con una buena casa, un buen trabajo, una buena profesión; pero estas proyecciones se quedan muchas veces en sueños, porque estas personas esperan a que les salga todo espontáneamente y no hacen ningún esfuerzo por lograrlo; por ejemplo, no tienen trabajo, pero no tratan de conseguirlo o emprenderlo, como lo hacen ciertos grupos foráneos, que se dedican a buscar o realizar trabajos heterogéneos como las señoras de la Sierra, que se dedican a vender maduro asado, que tranquilamente podrían hacerlo las esmeraldeñas.

Lo cierto es que el 80% del comercio informal lo hacen en esta provincia gente extraña a ella y los nuestros no despegan por falta de predisposición; igualmente hay jóvenes que no estudian porque no quieren hacerlo habiendo tantas facilidades que no la saben utilizar; la verdad es que una gran cantidad de individuos, prefieren malgastar su tiempo en actividades ociosas, no productivas y optan por estar sentados rascándose la barriga, jugando naipes o estar injiriendo alcohol o hablando tonterías en vez de utilizar ese valioso tiempo en educarse, trabajar en lo que haya o preocuparse por resolver los problemas de su hogar, barrio o provincia.

También hay mujeres, sobre todo jóvenes, que en vez de laborar en trabajos honestos se dedican a prostituirse; lo mismo sucede con la juventud que se dedica a drogarse y delinquir en vez de realizar acciones honestas; pero todas estas actividades negativas descritas, las hacen por no tener ideales ni valores, por no haberse fijado rumbos correctos a seguir, por no haberle dado sentido a su vida.