Recomiendan aumentar sanciones internacionales a Nicaragua

Juristas. Jan-Michael Simon y Angela Buitrago, miembros del Grupo de Expertos Independientes de la ONU.
Juristas. Jan-Michael Simon y Angela Buitrago, miembros del Grupo de Expertos Independientes de la ONU.

El Grupo de Expertos creado por la ONU señaló a instituciones nicaragüenses que persiguen y niegan el derecho a la educación a disidentes.

Redacción GINEBRA

El presidente del Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua, creado por la ONU para investigar los abusos en el país centroamericano, recomendó este 13 de septiembre un aumento de las sanciones desde la comunidad internacional a instituciones nicaragüenses que violan dentro y fuera del país el derecho a la educación de disidentes y otras personas perseguidas.

«Recomendamos el aumento de sanciones personales a instituciones involucradas en el ataque al sector universitario de Nicaragua«, señaló el presidente del grupo de expertos Jan-Michael Simon, quien esta semana participa en los debates del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas sobre la situación en Nicaragua.

Simon puso como ejemplos de instituciones que podrían ser objeto de esas sanciones a los ministerios de Juventud y de Educación, así como el Consejo Nacional de Universidades de Nicaragua.

Según señala el último informe del grupo de expertos, presentado este martes ante el Consejo de la ONU, éstas y otras instituciones están contribuyendo a un nuevo tipo de represión contra voces críticas «más amplia y sofisticada» que ya no solo ejerce violencia física sino que busca también, en palabras del propio Simon, «hacer la vida de la gente imposible».

A muchos estudiantes nicaragüenses exiliados, por ejemplo, estas instituciones les niegan toda documentación de los estudios cursados, lo que les impide proseguir su formación en el exterior y crea también problemas para los países de acogida de estas personas.

Reevaluar cooperación

El presidente del grupo de expertos recomendó también a la comunidad internacional que «evalúe cómo está invirtiendo en la cooperación y desarrollo en el sector de educación de Nicaragua, para que el país no siga hipotecando su futuro».

Simon ahondó sobre los métodos de represión a la disidencia y recordó que cuando muchos de los críticos salen del país «se les quita todo: su hogar, su nacionalidad, todos los derechos que han tenido».

«Con ello se intenta borrar cualquier disensión fuera de Nicaragua, y cuando esto no funciona, incluso se reprime a los familiares que quedan en el país, tomándolos como rehenes», lamentó.

El grupo de trabajo ya afirmó en su anterior informe, presentado en marzo también ante el Consejo de Derechos Humanos, que en Nicaragua se está cometiendo desde 2018 el crimen de lesa humanidad de persecución por motivos políticos, responsabilizando de ello al presidente Ortega y a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.

El crimen de persecución política «no abarca sólo delitos de sangre como torturas y detenciones, también afecta a derechos económicos, sociales, culturales y, muy particularmente en este caso, educativos», subrayó Simon. EFE

Misión con mandato de dos años

El jurista alemán  Jan-Michael Simon está acompañado por Ángela María Buitrago (Colombia) y Ariela Peralta (Uruguay) en el grupo de expertos, que tiene un mandato de dos años hasta 2025, año en que podría votarse su prolongación en el Consejo.

Los expertos no han podido por ahora acceder al territorio nicaragüense por la negativa a colaborar con este órgano del Gobierno de Nicaragua, que reiteró su rechazo a la resolución «impuesta unilateralmente» con la que el Consejo de Naciones Unidas aprobó su creación.