La Policía de Perú alerta de la violencia en las protestas por la destitución de Castillo

Cientos de manifestantes en una calle del centro de Lima (Perú), ayer.

El Gobierno de Perú descarta la militarización pese a las protestas. Los manifestantes reclaman por la destitución de Pedro Castillo, preso por rebelión. Siete fallecidos por choques con las fuerzas de seguridad.

El general de la Policía Nacional de Perú, Víctor Zanabria, ha justificado este martes que los actos de violencia dirigidos hacia los agentes «elevan los riesgos y posiblemente la muerte», tras confirmarse siete fallecidos por choques con las fuerzas de seguridad en las protesta en apoyo del expresidente Pedro Castillo.

«Los actos de violencia hacia el personal policial eleva el riesgo y posiblemente la muerte. Nosotros tenemos en la titularidad del uso de la fuerza«, ha señalado Zanabria, quien ha adelantado que elevarán el nivel de respuesta y comenzarán a utilizar balas de goma «dado el nivel de violencia».

No obstante, el anuncio del general Zanabria contrasta con las afirmaciones de la presidenta, Dina Boluarte, quien ha asegurado este mismo martes que ha dado orden a la Policía de que no hicieran uso de ningún arma letal, ni siquiera balas de goma«, informa el diario peruano ‘La República’.

Zanabria ha detallado que más de 5.000 efectivos de la Policía Nacional han sido desplegados de manera permanente en diferentes puntos del centro histórico de Lima para contener las protestas que desde hace días se vienen registrando en la capital en apoyo de Castillo, preso y acusado hace unos días de un delito de rebelión.

Por ahora, el nuevo Gobierno de Boluarte ha descartado la presencia del Ejército en las calles del país. «No habrá militarización y represión de las Fuerzas Armadas», ha zanjado el ministro de Defensa, Alberto Otárola.

Castillo permanece en prisión desde el pasado miércoles 7 de diciembre a la espera de la decisión judicial que confirme o no su salida mientras es investigado por un supuesto delito de rebelión tras anunciar sin éxito su intención de disolver el Congreso y convocar elecciones legislativas para iniciar un nuevo proceso constituyente con el que cambiar la Carta Magna heredada del fujimorismo.

El arresto se produjo cuando se disponía a ir hacia la Embajada de México para solicitar asilo. Mientras tanto, el Congreso aprobó su destitución a través de una moción de censura que ya estaba prevista, la tercera a la que se enfrentaba desde que asumió el cargo hace poco más de un año y medio.

Desde entonces, se han sucedido las protestas en su apoyo y en favor de cerrar un Congreso que desde el primer día ha maniobrado para sacarle del cargo. El actual balance es de siete fallecidos y medio centenar de heridos entre policías y manifestantes. El nuevo Gobierno de Dina Boluarte ha hecho un llamamiento al diálogo y ha convocado gabinete de crisis para hacer frente a esta situación. (Europa Press)