Acuerdos benefician a los comerciantes de la Bahía Timoteo Quevedo

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CAMBIO. Por más de 30 años los vendedores laboraron en las aceras de las calles 7 de Octubre y Octava.

Satisfechos. Así es como se sienten quienes laboran en la Bahía Municipal Timoteo Quevedo, luego de la reunión sostenida con Alexis Matute, alcalde.
Allí solicitaron el apoyo necesario para superar las bajas ventas y la difícil situación económica que atraviesan.
Ana Matute, una de las vendedoras, dijo que se sentían desatendidos desde su reubicación en este lugar, ya que las ventas han disminuido de manera considerable.
Señaló que la infraestructura presenta fallas de construcción, lo que es más notorio durante la temporada de lluvias, permitiendo la filtración de agua a través del techo y las paredes, dañando sus productos. A esto se suma la falta de ingresos debido a la competencia desleal de los comerciantes informales, cuyo control no se está llevando a cabo de manera efectiva, según hicieron conocer.
Todos estos inconvenientes no les permitirían reunir el dinero para cubrir los costos de alquiler. “Jamás recibimos atención, nos sentimos menospreciados y hemos realizado numerosas actividades para llamar la atención de los clientes, pero nada ha funcionado. Por eso nos hemos visto obligados a recurrir al señor Alcalde para obtener su apoyo y superar juntos esta situación”, comentó Matute.

Compromiso

Gabriela Santamaría, vicealcaldesa, también estuvo en la reunión. Comentó que repotenciarían la Bahía para proporcionar a sus 208 comerciantes un entorno laboral adecuado y organizado.
En relación a los cobros, Matute manifestó que los pagos por la ocupación de los locales de la bahía deberán ser realizados a partir de la vigencia del contrato.
Sin embargo, se establece como condición que los espacios no deben ser subarrendados a terceras personas, caso contrario serán retirados y asignados a otras personas interesadas en trabajar en la bahía.

Reubicación

En octubre de 2020, los comerciantes que anteriormente ocupaban las aceras de las calles 7 de Octubre y Octava, en el centro de la ciudad, fueron reubicados en la Bahía Timoteo Quevedo.

Durante más de 30 años, habían trabajado en las calles antes mencionadas. Este cambio generó varios conflictos entre los vendedores y los representantes de la exempresa de Mercados de la administración anterior, los cuales despejaron por completo a los comerciantes y controlaron la venta informal.

Con el paso de los meses, quienes se instalaron en la bahía comenzaron a quejarse de la falta de ventas, ya que los clientes preferían acudir a los negocios de las calles principales de la ciudad como la Bolívar y 7 de Octubre, así como en la parroquia de San Camilo. (LL)