Este enfoque destaca la importancia de ahorrar, vencer barreras mentales y anticiparse a los desafíos para enfrentar la crisis de seguridad que atraviesa el país.
Emprender o liderar un negocio va más allá de simplemente ofrecer productos o servicios; implica la capacidad de prever financieramente, conectar con el mercado y adaptarse, especialmente en situaciones de incertidumbre. Marcos Vega, Director Ejecutivo de Prendho en la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), comparte valiosas recomendaciones para que las empresas puedan afrontar la actual crisis de seguridad en Ecuador.
Aunque no existe una cifra consolidada de pérdidas, la inseguridad ya está pasando factura a la economía nacional. Diversos sectores económicos informan de una disminución en la actividad debido al temor a la delincuencia, lo que lleva a que los ciudadanos prefieran abstenerse de consumir o evitar visitar negocios. A este panorama se suman los gastos adicionales por seguridad que las compañías deben asumir para garantizar el funcionamiento normal de sus operaciones.
¿Cómo afecta la situación actual del país a los negocios?
Estamos atravesando una situación complicada debido a que los grupos delictivos ejercen un control en ciertos entornos del país que afecta directamente el desarrollo de negocios. No solo me refiero a las famosas ‘vacunas’, sino a la generación de una serie de distorsiones en el entorno que no permiten a ningún empresario escalar su actividad. Esto provoca que ni siquiera aquellos que tienen los recursos para invertir quieran hacerlo.
La problemática no solo golpea a los comercios, sino a todos los demás elementos de la sociedad, generando una ralentización de la economía donde prácticamente no hay inversión, los negocios no crecen y otros no sobreviven.
¿Cómo pueden las empresas o negocios prepararse para enfrentar las amenazas?
Es muy difícil prepararse teniendo en cuenta solo el accionar de la empresa, ya que estas muy poco pueden hacer. Una salida que han encontrado es la contratación de seguridad privada, pero no todo el mundo estará dispuesto a hacerlo porque no es una medida barata. Se podrán invertir recursos en dispositivos de inteligencia y seguridad, pero no van a eliminar la amenaza y además implica un gasto que muchas veces los negocios no pueden asumir. Lo que queda es realizar un trabajo conjunto entre los empresarios, gobiernos locales y otros actores de la sociedad civil para llevar a cabo una campaña común y lograr que quienes toman las decisiones en el país lo resuelvan.
Mientras esperamos que estas medidas de choque planteadas por el Estado brinden resultados, lo que los empresarios deben hacer es empezar a ahorrar recursos para poder soportar periodos donde probablemente les tocará cerrar los negocios. Recomiendo aplicar la regla del 50-30-20, donde por cada dólar que se gane en venta, 50 centavos van para cubrir los gastos propios del negocio, 30 centavos para situaciones de emergencia y 20 centavos para ahorro. Esta reserva les permitirá soportar aquellos días con un flujo de caja negativo, evitando en la medida de lo posible la mortandad de los negocios.
¿Cuáles son las estrategias clave para fortalecer la resiliencia en todos estos negocios ante estos eventos de inseguridad inesperados?
La resiliencia es la capacidad de poder levantarse de los golpes, es una característica que el emprendedor debe tener siempre a flor de piel; vivimos en tiempos de incertidumbre y la resiliencia no cambia, lo que sí cambia son los motivos por los que debemos ser resilientes, en este caso la crisis institucional.
Las estrategias consisten primeramente en la previsión, tener una reserva para evitar tener que cerrar el negocio en los días sin flujo de caja positivo, otra medida es establecer una conexión muy fuerte con su segmento de mercado, es decir, estar más pendientes de las necesidades del segmento al que yo atiendo. Finalmente, es tener visión a mediano y largo plazo, lo mejor es anticiparnos a lo que va a suceder, podemos investigar, leer, atender noticias de fuentes válidas, y a partir de eso tomar pasos más seguros para lo que vaya a suceder el día de mañana.
Cuando surgen estas situaciones de crisis y los competidores se ponen de acuerdo y hacen un frente común, surge la competencia; por ejemplo, un grupo de competidores pueden ponerse todos de acuerdo para negociar con proveedores de servicios de seguridad para obtener costos más accesibles; si bien no es fácil porque somos por naturaleza individualistas, es necesario vencer esa barrera mental en los emprendedores.
Es importante entender que esto que estamos viviendo no es el fin del mundo, mi recomendación es leer, revisar todo lo que ha pasado en países como Colombia y El Salvador, donde estas crisis han golpeado fuertemente y que aun así lograron salir adelante. No va a ser fácil, pero vamos a lograrlo, animo a los empresarios y emprendedores a que no tiremos la toalla, apliquemos todas estas estrategias y recordemos que siempre hay una luz al final del túnel.