Benjamín Carrión Mora, el Gestor Cultural del Ecuador

Benjamín Carrión Mora, el Gestor Cultural del Ecuador
HISTORIA. Benjamín Carrión es parte importante de la cultura en el Ecuador.

ARTÍCULO ELABORADO PARA DIARIO LA HORA; EN CONMEMORACIÓN AL NATALICIO DE MANUEL BENJAMIN CARRION MORA, EL GESTOR CULTURAL DEL ECUADOR.

ELABORADO POR: KLÉBER ANDRÉS NOVILLO FERNÁNDEZ

GESTOR CULTURAL DEL MUNICIPIO DE LOJA

19 DE ABRIL DE 2023 

 

VIDA

Recordamos con cariño el nombre de los hombres ilustres de nuestra ciudad, esa es una de la característica del lojano, guardamos en un rincón especial del sentimiento, ese ejemplar del espécimen literario Atahualpa, uno de tantos libros que han llenado de laureles y reconocimientos a esta tierra de talento sin fin, de luchadores y defensores de causas nobles; la cuna de artistas en ecuador. Este bello paraje enclavado en paisaje andino, empleando sus palabras; “el último rincón del mundo y al mismo tiempo el sitio más bello del universo”; el lugar que vio nacer un 20 de abril de 1897 a Manuel Benjamín Carrión Mora, este año que vio llegar la luz eléctrica, en un azar fantástico del destino, dos lumbres se encenderían para siempre.

Se ha coincidido que el libro, por mucho, ha sido la herramienta indispensable para empezar a soñar con un mejor mañana, estos esfuerzos del intelecto son los eslabones necesarios para erigir la columna en la que se apoya el legado cultural de nuestros autores, conocimiento que frágil guarda equilibrio, intentando resistir los vientos de cambio. Esta fue la concepción de unos soñadores y visionarios más grandes, adelantándose por casi un centenar de años, creando instituciones que defiendan lo más importante que tiene el ser humano, la soberanía de pensamiento; brindándonos el fruto más deseado, un templo cultural tangible, e intangible, en el grandioso legado brindado al pueblo que es creando las herramientas para apreciar el arte para los ecuatorianos, y reconocer su abnegada labor.

Con motivo del natalicio de uno de los más destacados escritores y gestores culturales del Ecuador, celebramos su legado y lo honramos, como uno de los grandes personajes epítome de la cultura de nuestra patria. Gracias a personas como él, se puede decir que, en el Ecuador, el poder de una pluma ha superado con creces cualquier otro esfuerzo, donde el trabajo honrado de grandes hombres, que han logrado esculpir su legado en el granito del tiempo, su legado, llenando de orgullo a las generaciones que hoy conmemoran su gran contribución histórica.

Benjamín Carrión, hijo de Filomena Mora Bermeo y Manuel Carrión Riofrío, poeta lojano, que dedicaba su vida a la docencia, ellos serían el auspicio ideal. No tendría una instrucción primaria formal; sin embargo, encontraría en su madre y en su hermano mayor, la asistencia en la apertura en la literatura francesa y los poetas modernistas. Su secundaria la realizaría en el Colegio Experimental “Bernardo Valdivieso” donde tendría profesor de matemáticas Adolfo Valarezo, teniendo roce laboral con personajes ilustres de esa época.

Graduado de Bachiller en 1916, destacó en su juventud por su participación en la vida intelectual y cultural de la ciudad de Quito. Estudió en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central, donde fue presidente de la Escuela de Derecho y colaboró en diversas publicaciones, como la «Revista de Estudio Jurídicos» y el diario «El Día». Además, dirigió «La Revista» en 1918 y colaboró en el semanario humorístico “Caricatura”. A pesar de sus inicios en la literatura con versos sentimentales y el cuento “Mariana”, él destacaría en su futuro con grandes joyas de la literatura contemporánea ecuatoriana.

 «Si no podemos, ni debemos ser una potencia política, económica, diplomática y menos -¡mucho menos! – militar, seamos una gran potencia de la cultura, porque para eso nos autoriza y nos alienta nuestra historia» BENJAMÍN CARRIÓN MORA

Benjamín Carrión Mora, el Gestor Cultural del Ecuador
VIDA. Durante décadas estuvo vinculado en la historia cultural y política del país.

Podemos considerar que Benjamín Carrión es una figura crucial en la historia cultural y política de Ecuador. En su trabajo como funcionario destacamos, en 1931, se trasladaría a Lima como Primer Secretario de la Legación. Después en el tiempo, en la capital Quito, participó en la política como miembro y secretario general del Núcleo de Pichincha del Partido Socialista Ecuatoriano, con su antecedente de fundador del Partido Socialista en el Ecuador. Las condiciones inhóspitas de esa época, tras terminar la Guerra de los Cuatro Días, fue nombrado Ministro de Educación en el gobierno interino de Guerrero Martínez, pero solo ocupó el cargo por un breve tiempo. En 1933, en el gobierno de Martínez Mera, fue nombrado Ministro Plenipotenciario en México, pero fue expulsado del Partido Socialista.

En tierra azteca, Carrión se dedicó a su trabajo intelectual y publicó el libro «Atahualpa» en 1934. Cuando José María Velasco Ibarra asumió la presidencia, Carrión regresó al país y se hizo presente en la constitución de la «Escuela de cultura socialista». Fue nombrado Profesor de Literatura en la Escuela Superior de Pedagogía de la Universidad Central y elegido Presidente de la Sociedad Jurídico-Literaria. En 1936, una vez más la intransigencia de los dictadores hablaría, esta forma, fue expatriado por la dictadura de Federico Páez a Ipiales-Colombia, pero regresó al país en 1937 y publicó «Índice de la poesía ecuatoriana» situándose como unos de los pensadores demás grande incidencia en la región.

Con la dictadura del general Alberto Enríquez Gallo, formó parte de la misión diplomática del Ecuador en Bogotá. Su consideración en asuntos de alta importancia diplomática, sería requerido, una vez más, en 1944, en el gobierno de Velasco Ibarra, mientras se desempeñaba como presidente del Instituto Nacional de Previsión Social, preparó la Ley y los Estatutos de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, proyecto que se convirtió en su gran labor. Esta gran institución emerge como una necesidad imperativa de reivindicar la dignidad del país. Bajo este compromiso asumido, en el que se priorizó el apoyo que la ciencia, las letras y el desarrollo artístico cultural del Ecuador, le demandaban. Desde aquel clave momento para el pueblo ecuatoriano, Carrión, en sus años como presidente de la Casa de la Cultura, promocionará a jóvenes escritores, tanto a nivel nacional como internacional, en especial de la generación de los años treinta.

Benjamín Carrión Mora, el Gestor Cultural del Ecuador
CULTURA. Uno de los teatros más importantes del país, ubicado en Loja, lleva su nombre.

LA TEORÍA DE LAS NACIONES SEGÚN “BENJAMÍN CARRIÓN MORA”.

Carrión citaba el ejemplo de naciones pequeñas como Grecia e Israel, posiblemente, no obstante, de figurar entre las más civilizadas y cultas de toda la historia.

La teoría de la nación pequeña, el símil del sauce podado y la fecundidad del insuficiente demostraban que un cuerpo mutilado puede actuar en plenitud de posibilidades físicas y por ende espirituales, fusionaron las fuerzas de compensación por él desarrollado. La Casa de la Cultura Ecuatoriana, concebida como un verdadero hogar de la cultura nacional, hacer del Ecuador lo que las armas nunca podrían lograr: la expresión de una fuerza anímica bajo nuestro signo se enaltecerían las artes y las letras.

PERIODO DE CREACIÓN Y RECONOCIMIENTOS LITERARIOS

Carrión viajó a Santiago de Chile como embajador y regresó para desempeñarse en la cátedra universitaria. En 1950 fundó, junto a Alfredo Pareja, el diario El Sol, del cual fue director. Aunque la empresa fracasó, esto marcó el comienzo de una etapa de fructífera creación literaria, que incluyó obras como «San Miguel de Unamuno», «Santa Gabriela Mistral», «García Moreno, el santo del patíbulo», «¿Por qué Jesús no vuelve?» y «El cuento de la Patria». Carrión se convirtió en una figura importante en la cultura ecuatoriana y en la política, y su legado sigue siendo importante en la actualidad.

El gobierno mexicano le hace un reconocimiento con el premio «Benito Juárez» en 1968. A fines de ese mismo año, en forma definitiva, retorna al Ecuador, donde se encuentra el premio literario Eugenio Espejo, en 1975. Su tarea entonces se centra en la organización de la democracia. Ocupación de la carga del presidente del Tribunal Electoral, al que renuncia por razones de salud.

Muere el 8 de marzo de 1979. Sin embargo, su figura permanece hasta hoy en el panorama ecuatoriano y latinoamericano, pues fue el intelectual que se movió el puente entre el Ecuador y el otro lado del país, el mundo intelectual de América Latina hacia Europa. No cabe dudas que es una de las figuras emblemáticas de la Cultura Ecuatoriana del siglo XX.