Análisis determina que exploración minera estaría contaminando ríos de Íntag

Denuncias. Unos 21 ríos y 55 captaciones de agua para consumo humano estarían contaminadas con arsénico, manganeso y molibdeno, según el estudio presentado.
Denuncias. Unos 21 ríos y 55 captaciones de agua para consumo humano estarían contaminadas con arsénico, manganeso y molibdeno, según el estudio presentado.
Protocolos. Santiago Chamorro subsecretario de Minería en la zona 1, asegura que hay instituciones del Estado que hacen monitoreos del agua de forma constante y no se ha certificado contaminación.
Protocolos. Santiago Chamorro subsecretario de Minería en la zona 1, asegura que hay instituciones del Estado que hacen monitoreos del agua de forma constante y no se ha certificado contaminación.

COTACACHI

Los estudios de laboratorio para comprobar esta denuncia fueron realizados por el Colectivo de Monitoreo Comunitario de Aguas de Junín – Chalguayacu, con la coordinación del investigador de la Universidad Andina, William Sacher, y el Municipio de Cotacachi, entre febrero de 2015 y julio de 2018.

Con la finalidad de dar a conocer a las autoridades, organizaciones y ciudadanía de Cotacachi y zona norte del Ecuador, los impactos de las actividades de exploración avanzada de minería metálica en Íntag, se realizó la presentación del estudio sobre el monitoreo de calidad de aguas de superficie en Junín, parroquia García Moreno.

Jomar Cevallos, alcalde de Cotacachi, manifestó la preocupación de la población cotacacheña por los impactos en la calidad de vida de los moradores de las comunidades cercanas al proyecto minero Llurimagua.

“Nosotros estaremos siempre en contra de la minería porque amenaza el agua, que es fundamental para la vida. Esto lo comprenden más las comunidades que la cuidan”, dijo Cevallos.

“Tenemos muchos otros argumentos para decir que no estamos de acuerdo con la destrucción de nuestra flora, fauna y vegetación en la zona de Íntag”, expresó.

Por su parte William Sacher, explicó que los resultados del monitoreo son la muestra del trabajo independiente de los impactos a las aguas de la exploración minera, para evitar tergiversaciones.

Informe técnico

El monitoreo comunitario fue realizado por 70 personas: 35 comuneros de la zona y el apoyo de 35 científicos y visitantes externos.

Según explicaron, se midieron variables básicas que describen la calidad de las aguas de superficie, como: temperatura, pH, conductividad y nivel de sólidos disueltos, en 13 puntos estratégicos de los ríos Junín y Chalguayacu.

Cada 15 días, en cada punto de medición, se documentaron la calidad del río con fotografías y también a partir de la observación directa para establecer la transparencia del agua, color y olor.

Anualmente, se enviaron muestras de agua al laboratorio Labanccy (número de acreditación OAE LE 2C 05-2002), para medir la concentración de elementos químicos en el agua, incluyendo metales pesados.

Resultados

Luego de tres años de mediciones de investigaciones, los resultados han encontrado en varios puntos degradación de la calidad de las aguas del río Junín, desde el año 2015.

Además, se registró un aumento marcado de la conductividad, que representa la cantidad de sólidos disueltos en el agua; así como la baja del pH, que mide la acidez (mientras más bajo el pH mayor acidez); incremento de la concentración de metal pesado, como zinc; y, riesgos evidentes de contaminación del medio ambiente por arsénico tóxico.

Además, el informe precisa que el destape de un antiguo pozo de la empresa minera Bishimetals genera contaminación crónica.

Se denunció también contaminación generada por un pozo, del cual salió agua caliente debido a la negligencia de las empresas mineras, quienes derramaron al medio ambiente aguas contaminadas con arsénico, manganeso y molibdeno, durante varias semanas a finales del año 2015.

El 15 de octubre de 2016, las aguas de toda la cuenca del río Junín se volvieron turbias y se tiñeron de color plomo en una sola noche, según los comuneros.

Se dijo que los derrumbes de miles de metros cúbicos de tierra debido a negligencias de la empresa minera, en el cuidado de la estabilidad de las vertientes, contamina las aguas de la microcuenca conocida como Velo de Novia.

Monitoreo oficial no ha confirmado los datos

“Se habla de contaminación y de todo el proceso minero con desconocimiento, por eso alguna vez le dije al alcalde de Cotacachi: zapatero a sus zapatos”, expresó por su parte el subsecretario de Minería, Santiago Chamorro, al ser consultado sobre el estudio mostrado por los comuneros, la academia y el Municipio de Cotacachi.

Aseguró que en la zona de Íntag, las instituciones como Senagua, el Ministerio del Ambiente y las encargadas de la minería, que hacen frecuentes monitoreos del agua, no han reportado contaminación alguna.

“Este grupo denominado ecologista, en el pasado ponía agua turbia en envases de Coca Cola y decían que está contaminada, tomaban fotos y mandaban a las redes sociales asegurando contaminación del agua, lo cual es falso”, dijo.

Aclaró que existen procedimientos y técnicas establecidas para tomar muestras, como el transporte, el procedimiento de una cadena de custodia, y esas pruebas deben estar certificadas por el Ministerio del Ambiente. “Pero esta secretaría de Estado no se ha pronunciado porque los análisis hechos al agua de la zona están completamente dentro de la norma y sin contaminación de ningún elemento químico”.

“Tenemos un marco legal y protocolos que están estandarizados para que se hagan análisis y sean dignos de credibilidad”, sostuvo.

“En el proceso de exploración, que lo hace el Gobierno y todas las empresas nacionales y extranjeras en la zona de Íntag, hasta el momento no hemos sacado ni una libra de cobre ni oro”, afirmó Chamorro. (CHRW)

DATO

Con una sola área de concesión, que otorga el nombre al proyecto Llurimagua, es parte del catálogo minero estatal desde finales de 2011.

TOME NOTA

Un estudio que inició en el año 2015 y terminó este mes verificó que las aguas del río Junín atienen elementos químicos perjudiciales para la salud.