El valor de la disciplina

Una de las características predominantes de las naciones que se han destacado en la historia, es el valor de la disciplina, que es una característica esencial del espíritu y de la sociedad para conseguir su desarrollo, para sobrevivir y alcanzar grandes objetivos.

La historia registra en sus páginas, la huella de pueblos, civilizaciones e individuos que, a merced de la práctica de esta virtud, lograron un puesto prominente entre las naciones de la tierra.

En ese firmamento, brillan con luz eterna, pueblos cimeros como la antigua Grecia, la Roma imperial de los dos mil años, que han legado a la posteridad sublimes ejemplos de disciplina y heroísmo; exquisitas muestras de su deslumbrante cultura y sólidas costumbres que han perfeccionado a la humanidad.

Estos hechos fueron posibles, gracias a la práctica de la disciplina, que es que el acatamiento consiente de las normas que regulan la convivencia social, emanadas por la autoridad legítimamente constituida; debiendo discernir las características de esos Estados en el tránsito sociológico marcado por el tiempo y que separan al poder imperial del concepto sublime de la democracia.

Sin embargo, dentro del contexto antiguo, fueron sus personajes en los parámetros, de la milicia, del arte, la ciencia y las virtudes los que han levantado a la patria y a la sociedad, librándola muchas veces de los avatares que pusieron en peligro la existencia misma de sus pueblos.

Vemos ahora, como esos principios fundamentales son trasgredidos groseramente estando en medio del terrible drama de la pandemia y la corrupción que a todos nos amenaza. El desacato a las medidas elementales de higiene, es exhibido con desdén e indiferencia, poniendo en peligro a la colectividad entera. Volvamos a la práctica de las buenas costumbres, tengamos respeto por la vida de los demás.