El sexo en el cerebro infantil

Katayama, S., Tomaru, Y., Kasukawa, T., Waki, K., Nakanishi, M., Nakamura, M., … y Wahlestedt, C y Orzhekhovskaia, N. S en (2005), ya indicaron sobre que los cerebros animales hembra y macho se desarrollan de forma diferente en el útero, e impulsos como el emparejamiento, embarazo, crianza de la prole, están plasmados en el cerebro animal

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El desarrollo cerebral que determina los circuitos específicos de su sexo ocurre durante las primeras 18 semanas del embarazo. Las primeras 8 semanas todo cerebro fetal parece femenino.

En la octava semana se refleja enorme aflujo de testosterona que convertirá este cerebro unisex en masculino si se establecen, circuitos conforme al proyecto diseñado por los genes y las hormonas sexuales y crecen más los centros sexuales y de agresión. Si no se produce la llegada de la testosterona, el cerebro femenino sigue creciendo sin perturbaciones y desarrolla más conexiones en los centros de comunicación y las áreas que procesan la emoción.

Se afirma que la emoción equivale a leer la realidad, que el cerebro femenino induce a estudiar los rostros. Los equipos de estudio procuran tener mucho contacto visual con las niñas y ellas no tardan en devolver sonrisas a los investigadores, en cambio los niños miran más objetos móviles, luces y colores.

Los niños nacen con la necesidad de mirarse mutuamente porque esta es la clave para desarrollar el vínculo madre – hijo. Durante los primeros 3 meses de vida las facultades de una niña en contacto visual y observación facial mutua crecen en un 400 %, mientras que en un niño la actitud para examinar rostros no se desarrolla durante este tiempo. Las niñas por las miradas descubren sin son valiosas para ser amadas o si causan fastidio; por ello, las niñas siempre se aproximan más a una cara expresiva, no toleran caras inexpresivas y planas de madres deprimidas o incluso de madres que han recibido tratamientos de bótox, porque la niña no alcanza a obtener la reacción esperada de atención a sus gestos de afecto.

Importancia de escuchar a los niños
Como lo expresa Louann Brizendinne, en las niñas la facilidad para captar significados de caras y tonos de voz impulsan a que ellas analicen muy pronto la aprobación y/o desaprobación social de los demás. Las niñas captan los rostros de los padres, cosa que los niños de la misma edad no lo pueden realizar.

En la Universidad de Texas se estudian a niñas y niños de 12 meses, un bebé y su madre fueron llevados a una habitación, los dejaron solos y les pidieron que no tocaran un objeto determinado, se grabó cada movimiento, mirada y expresión, muy pocas niñas tocaron el objeto prohibido, aunque las madres no les explicaron que no lo hicieran, las niñas miraban las caras de las madres 10 o 20 veces más que los niños buscando aprobación o desaprobación, en cambio los niños se movían por la habitación y no miraban el rostro de las madres, tocaban el objeto prohibido aunque las madres le dijeran que no. Los niños impulsados por la testosterona sentían impulsos de investigar el entorno, incluso elementos que tenían prohibido tocar.

Las niñas pueden oír una gama más amplia de frecuencia y tonos de sonido de la voz humana que los niños, una niña necesita ver y oír una ligera expresión de su madre para saber que no debe abrir un cajón en especial, en cambio a un chico toca reprimirlo para privarle de destruir los paquetes de la próxima navidad por ejemplo, porque no escucha el tono de advertencia de su madre, a los 18 meses las niñas no se mantienen quietas y si no se les pone atención se enojan y una niña puede gritar y ser escuchada.

Este descubrimiento muestra que aun cuando en los niños todavía no estén desarrolladas las aptitudes de lenguaje, comprenden más de lo que expresan; de allí la importancia de que los padres sean receptivos para que los niños adquieren más confianza.

¿Cómo logra la empatía?
Cuando se logra una buena comunicación por los tonos emocionales en los circuitos superiores del cerebro, sobre todo de las niñas pequeñas, esto hace que los niños no se calmen rápidamente cuando lloran. Experimentos realizados en la Universidad de Harvard Medical School, muestran que la niña pequeña armoniza más fácilmente con su madre y tiene una conducta tranquilizadora.

Otro estudio mostro que las recién nacidas de menos de 24 horas responden más a los llantos de otro niño y a la cara humana que los varones recién nacidos. Las niñas de 1 año responden más a la desgracia de otras personas y ponen gestos de tristeza e interpretan los diálogos de adultos, esto se ha dado en llamar pubertad infantil que dura 9 meses en los niños y 24 meses en las niñas, porque estas producen más estrógeno y se impregna en el cerebro de cada niña. Los científicos creen que estos flujos de estrógeno infantil son necesarios para el desarrollo de los ovarios del cerebro a efecto de la reproducción y ayudan al crecimiento y desarrollo de neuronas dedicadas a la observación, comunicación e incluso en la atención y la crianza. Las niñas incorporan el sistema nervioso de su madre al suyo propio.

Hay niñas que se vuelven recelosas con todo el mundo y captan los sentimientos de su madre, de acuerdo con las diferentes circunstancias que les toca vivir, por ejemplo, una primera hija graba una madre providente y segura y la segunda hija por otras circunstancias puede grabar una madre temerosa y angustiada.
El entorno del sistema nervioso de los dos años constituye una imagen que la afectara el resto de su vida. Hay estudios sobre mamíferos que muestran que la incorporación del estrés en contra de la calma llamados sello epigenético, puede transmitirse a través de varias generaciones.

Las investigaciones del grupo de Michell Meaney sobre mamíferos han mostrado que la descendencia femenina queda hondamente afectada según lo tranquilas y solicitas que sean sus madres. Se ha expuesto esta misma relación en las mujeres y los primates. Las madres estresadas se vuelven menos cuidadosas y sus hijas incorporan sistemas nerviosos estresados que cambian su percepción con la realidad. No es aprendizaje cognitivo sino absorbido por los microcircuitos celulares en un nivel neurológico.

Los descubrimientos muestran que: esta incorporación neurológica empieza en el curso del embarazo, el estrés materno durante la gestación surte efectos en las reacciones hormonales, la emoción y el estrés sobre todo en la decendencia femenina. Es importante previo al embarazo que la madre no estresada que tenga una pareja estable y amorosa y una familia que la respalde, sobre todo para acoger el feto femenino con tranquilidad.

El cerebro femenino está construido para relacionarse, parece ser el resultado de varios milenios de circuitos genéticos y evolutivos con consecuencias reales para la supervivencia. Cabe decir que una mujer debe ser programada para garantizar y mantener la armonía social.

Las niñas carentes de testosterona y regidas por el estrógeno están muy bien dotadas para mantener relaciones armoniosas y pacificas, porque las discordias las ponen en una situación difícil en su afán de tener aprobación y cuidados, en los juegos infantiles crean pequeñas comunidades de compartir sus juguetes.

Deborah Tannen afirma que en el cerebro se establecen las diferencias de lenguaje, los genero-lectos. En estudios de lenguaje de niños de 2 a 5 años observó que habitualmente las niñas hacen propuestas de colaboración, empezando sus frases con , es para lograr consensos para influenciarles a los demás.

Cuando trabajan niños expresan a menudo el acuerdo con las propuestas de un compañero y si tienen ideas propias, las plantea en forma de pregunta ¿yo seré la profesora de acuerdo? Los genes y hormonas han creado en sus cerebros una realidad que les dice que la relación social es el centro de su vida.

Los chicos usan el lenguaje para dar órdenes a otros, hacer que se hagan las cosas, presumir, amenazar, ignorar la propuesta de un compañero y no dar la palabra a los demás. La competición forma parte de su talante. Los científicos opinan que el cerebro típico masculino que solo tiene una dosis de cromosoma X queda inundado de testosterona y resulta deficitario en lo social.

Las niñas quieren comunicación con condiciones, después de los 2 años y medio la corriente estrogénica que llega de los ovarios se pausa temporalmente en los años de la infancia tanto en chicas como en chicos, aunque las chicas tienen 6 a 8 veces más estrógeno que los niños 38.

En la pubertad es el momento en que una niña se dedica a su mejor amiga. Las niñas prefieren compartir juegos con niñas. Los científicos razonan que se debe a las diferencias cerebrales básicas, aptitudes sociales y verbales, que es la capacidad para relacionarse de las niñas que se desarrollan más pronto que los niños. Los niños típicos se divierten con luchas, combate, juegos rudos, camiones, espadas, armas, juguetes ruidosos hasta explosivos. Amenazan a las niñas y a los demás y a veces provocan conflictos.
Según Eleaonor Maccoby cuando las niñas se ven presionadas en exceso por chicos de su edad se retiran y encuentran otros juegos sin niños impulsivos. La agenda social de las niñas expresadas en el juego y en su desarrollo cerebral consiste en desarrollar relaciones estrechas y bilaterales, en cambio los chicos buscan rango social, poder, defensa de territorio y fuerza física.

En Inglaterra en el año 2005 compararon a niños de 4 años en una escala de simpatía, según la cual eran juzgados de cuantos niños deseaban jugar con los chicos. Las niñas vencieron ampliamente. Estos niños de 4 años eran medidos en sus niveles de testosterona en el útero en las 12 y 18 semanas mientras se desarrollaban en ser femenino o masculino. Aquellos que tenían menos testosterona mostraban mayor calidad en sus relaciones sociales a los 4 años y eran las niñas.

Cuando los investigadores bloquean el estrógeno en hembras primates en la pubertad infantil estás no desarrollan interés por los pequeños, en cambio cuando los científicos inyectan testosterona en fetos de primates hembras, a estas les gusta más los juegos rudos y violentos. Este efecto cerebral de la testosterona es una deficiencia enzimática un poco rara llamada Hiperplasia Adrenal Congénita – HAC – se presenta en 1 de cada 10 mil niños. Tienen comportamientos de defensa y reaccionan con violencia, con poco desarrollo de lenguaje. La HAC hace que los fetos produzcan cantidades de testosterona, la hormona del sexo y la agresión en sus glándulas adrenales a las 8 semanas después de la concepción con comportamientos algo varoniles y no es fácil estudiar el cerebro en esa edad a menos que este sedado para una resonancia magnética en imágenes.

Las niñas con este síndrome de HAC presentan menos contacto visual que otras de la misma edad, hacen más fácil las pruebas espaciales y de menos calidad los test sobre comportamiento verbal, empatía, crianza y la intimidad. La facilidad para el contacto social queda afectada por el aumento de la testosterona que entra el cerebro del feto.

Importancia de la educación integral de los niños en cada familia. La naturaleza interviene para desarrollar comportamientos sexuales, pero la experiencia práctica y de interacción con las demás personas puede modificar las neuronas y el cableado cerebral. Si uno quiere aprender a tocar el piano tiene que practicar y el cerebro asigna más neuronas a esa actividad, hasta que se crean nuevos circuitos entre estas neuronas de modo que al tocar el piano es ya una segunda vivencia natural.

Como padres debemos responder a las preferencias de los hijos con la sonrisa de mamá repetida que fortalece neuronas y circuitos del cerebro del niño y así se aprenden las costumbres del género. La educación y la biología colaboran para hacernos lo que somos, las niñas cuando van a juegos de riesgo giran su mirada para pedir permiso a sus madres y si notan miedo en la expresión facial de su madre se detienen como hacen un 90 % de niñas pequeñas, los varones no son así.

El primer principio de la organización del cerebro consiste en la suma de genes y hormonas, luego las interacciones con otras personas y el entorno. El tono de voz, contacto y palabras de un progenitor o canguro ayudan a organizar el cerebro del niño en su versión de la realidad. Los científicos continúan estudiando los cerebros, pero algunos se interrogan sobre la naturaleza de la intuición porque los cerebros de la mujer y hombre tiene diferente susceptibilidad genética a las influencias ambientales como lo expresaron Knafo, Tervolino. y Plomin en (2005).

Trabajar con la desobediencia en los niños
Estos niños son los que consiguen lo que quieren. A veces las niñas quieren jugar con papá y él, le pregunta, ¿Por qué te gusta jugar con muñecas conmigo en vez de jugar con tu mamá?, la niña responde ¿Por qué tu papá haces lo que yo te digo? Estas situaciones se hacen cotidianas y los niños ya no quieren obedecer.
Durante la fase juvenil las chichas tienen más aptitudes sociales, empatía e inteligencia emocional mejor que los chicos. El cerebro de una niña pequeña establece relaciones, crea comunicación, y prepara un mundo en cuyo centro este ella.

Las niñas para lograr lo que buscan emplean la habilidad en su lenguaje es lo que dicen la . Esta agresividad implica que ambos sexos sobrevivan, pero en ellas es más sutil. Es importante reconocer que las mujeres no necesitan que las empujen por lo tanto parecen menos agresivas que los varones. Los hombres son 20 veces más agresivos que las mujeres por ello hay más prisioneros varones.Para las chicas que vienen evolucionando desde la edad de piedra aún siguen siendo gente de las cavernas y temen ser excluidas por ello hay que razonar para que entiendan su situación, hay casos de adolescentes explosivas y desobedientes. Una muchacha se vuelve comunicativa con sus amigas y forma grupos sociales definidos para sentirse segura y protegidaEn las niñas las células cerebrales son XX, lo que significa más genes para un rápido desarrollo cerebral y de los circuitos específicamente femeninos Al nacimiento las niñas presentan movimientos de cabeza para comunicarse, los niños tienen movimientos más limitados.

El estrógeno es segregado en cantidades masivas desde los 6 a los 24 meses. Mejoran los circuitos verbales y emocionales, mayor interés en el juego y la broma con otras chicas, no con muchachos.

Los chicos juegan más provocando ruidos, el rol de las niñas es acunar como si fuera un niño a cualquier juguete.Como se descubre, las y los chicos tienen cerebros diferentes para la dirección de sus impulsos, valores y su misma realidad. El cerebro, permite conceptualizar el mundo, pensar si una persona es buena o mala, cómo va el tiempo, el trabajo, y todos los elementos que forman el ambiente.

Las realidades pueden cambiar las reacciones. Hay valores primarios como la comunicación, la conexión, la sensibilidad emocional y la reactividad, estas son cualidades del cerebro femenino.

Al nacer hay pocas conexiones sinápticas de 0 a 1 año. El psico desarrollo debe ser multifacético, en la niñez y pubertad porque se desarrollan muchas conexiones neuronales frente al aprendizaje que luego se podan de 12 a 17 las sinapsis no utilizadas y se fortalecen las usadas por ejemplo con los niños que estudian música, arte y deporte.

Es vital que contribuyamos con estimulación integral a las y los niños desde intra útero, en el primer año de vida, en la infancia sobre todo y con experiencias y aprendizajes agradables a través del ciclo vital. Es muy importante conocer profundamente a la persona humana y solo así valorar científicamente su naturaleza y es por esto que esto que el periodismo que hace esta Revista Semanal supone una opción diferente de información que acojo con entusiasmo al permitir de que nuestra colaboración llegue a ustedes en forma íntegra, sin censura ni filtros que puedan modificar nuestros conceptos.

Ejercen una opción real al tener como guía el pensamiento de Voltaire “ Podrá no estar de acuerdo con lo que dices pero defenderé hasta la muerte el derecho de decirlo”. Bienvenidos estos espacios en los que con altura y respeto mutuo podamos expresar nuestras verdades y nuestras investigaciones.
Dra Gladys Llanos Vega de Ordoñez M.Sc.