Vacunas para todos

El país observa con desilusión el pronunciado ausentismo en los centros vacunación. La supuesta premura por vacunarse, que en su momento se pensó generalizada entre la población y que incluso desató indignación ante un sistema poco transparente de repartición de dosis, resultó ser una ilusión. Ahora, el problema ya no es conseguir suficientes vacunas, sino convencer a quienes no quieren inmunizarse de que lo hagan o, en el mejor de los casos, acelerar la vacunación de quienes sí quieren hacerlo.

Muchas de las causas que yacen detrás del ausentismo desaparecerán conforme la evidencia científica hable por sí sola y la ciudadanía pueda apreciar los efectos positivos de la vacunación, independientemente del origen o marca de la dosis suministrada.

En contraste, los problemas logísticos que tienen que ver con el lugar de residencia o de registro de los ciudadanos se solucionarían mucho más fácilmente si es que, ante el actual ausentismo del 30%, en promedio, se permite y organiza la vacunación libre.

Mientras más actores de poder y regulaciones tiene un sistema, más posibilidades de corrupción y rentismo surgen. Los gobiernos locales continúan utilizando su influencia para ofrecer y, en algunos casos, gestionar vacunas como moneda política para asegurar lealtades entre sus empleados, seguidores y gremios afines. Entre estos figuran taxistas, operadores en los mercados y funcionarios varios.

Una gran parte de la población ansía vacunarse y otra, igualmente considerable, rechaza la posibilidad.

Es mejor liberar la vacunación cuanto antes; es claro que no se producirá la estampida que se temía.

FRASES DEL DÍA

«El miedo es un vicio que echa raíces profundas cuando se lo cultiva; arrancarlo toma tiempo.”

Marie Vieux-Chauvet (1916-1973)
Escritora haitiana

«La cultura tiene inercia; estrangula a la innovación en su cuna.”

Atul Gawande (1965)
Cirujano y escritor estadounidense