Recomendación simple

Rocío Silva

Los amigos íntimos, del latín intĭmus, hacen referencia a la zona abstracta que un individuo reserva para un grupo acotado de personas, como su familia y amigos. Pese a que la intimidad no tiene límites precisos, puede decirse que allí ingresan todos los actos y los sentimientos que se desean mantener fuera del alcance del público. Un amigo íntimo es aquel con el que se mantiene una relación muy estrecha, de gran confianza; pero nada asegura y garantiza que ese amigo íntimo, tenga los mismos fines de su contraparte y que en él primen intereses personales.

En un estamento de poder gubernativo, ya sea nacional o seccional, no puede existir sentido de confianza en la organización, si las personas viven preocupadas por cubrirse las espaldas, por tanto, no puede administrarse ni gobernarse un país, provincia o ciudad con amigos íntimos. Siempre se correrá el riesgo de que esos amigos, antes que generar un círculo de confianza, promuevan una burbuja entrecortada de aislamiento que se alimenta de ambiciones y que engrosa vanidades.

En las últimas semanas, queda demostrado que en Ecuador no hay una fórmula mágica para ganar elecciones ni para gobernar, llegaron a las sillas de poder, en una gran mayoría los candidatos y candidatas con el menor carisma; y que se espera correspondan a una buena intencionalidad. Con el fin de en qué estos gobiernos seccionales recién elegidos, ya en el ejercicio de sus funciones, no se vean empañados por situaciones vergonzosas y contradictorias, como la crisis última del Ejecutivo, es recomendable sin otra opción, que sus círculos cercanos no estén conformados por familiares ni amigos íntimos, sino por un asesoramiento honesto y profesional, que no solo defina la estrategia y mensaje, sino que también, considere  el público al que se dirigen y la psicología colectiva de los ciudadanos; además, que asesore sobre cómo afrontar situaciones de crisis, y que por sobre todo, vigile que la implementación de las ofertas de campaña, esté libre de cualquier sospecha de corrupción, pues será la única  defensa de  ataques de adversarios y la prensa, es sabido que  la culpa no está en el mensajero.

[email protected]