Pueblo y cultura…

JOFFRE DAZA QUIÑÓNEZ
JOFFRE DAZA QUIÑÓNEZ

Conjunto de conocimientos e ideas no especializadas adquiridos gracias al desarrollo de las facultades intelectuales, mediante lectura, estudio o trabajo. De esa cultura esmeraldeña queremos hablar, de los años 30, la que nos legaron nuestros abuelos, esa cultura del saludo, de la honradez, la limpieza, pulcritud, puntualidad, cumplimiento de la palabra y de las obligaciones.

De aquella cultura que empieza en la casa y continúa en la escuela y colegio; que nos enseñaba a decir buenos días, muchas gracias, perdone la molestia, lo siento mucho; y qué decir de las relaciones humanas básicas en el barrio, la esquina, los juegos colectivos de niños, la pega, la rayuela, el trompo, el fútbol, la caminata familiar a la playa, un baño en el pacífico de Las Palmas con lluvia, el juego a los barquitos de papel en las calles llenas de agua de lluvia; los que recuerdan el paseo familiar en la calle Bolívar, la cacofonía en el parque Central luego de salir de misa en la Iglesia La Merced.

Para los colegiales de los años 60 degustar de los helados Rina, de los alfajores; nuestro templo Sacro del bien el del saber, así lo llamábamos al colegio ‘5 de Agosto’, el colegio Normal ‘Luis Vargas Torres’ para los que aspiraban ser maestros, formados por señores maestros, Damián Gudiño, César Névil Estupiñán, para aquellos que se formaron como Contadores de la República, los recuerdan a los profesores, M. Luisa Gómez de La Torre, Armando Daza Quiñónez, a quien cariñosamente llaman el Che, por el uso de su barba y la exigencia disciplinaria en clases; en el Vargas Torres para los que se formaron de maestros no pueden olvidar a la maestra con cariño Anita Quiñónez, Lautaro Ortiz, quienes resolvían los problemas estudiantiles con una sonrisa, los profesores de inglés Carlos Cuero o Charles Cuero, Argel Carabalí; tantos maestros de maestros que formaron los profesionales de calidad que han manejado todas las instituciones de Esmeraldas.

En este Esmeraldas del siglo XX, podíamos caminar a cualquier hora del día o de noche, con la mayor tranquilidad; nuestras calles eran las canchas para jugar fútbol, las playas son los estadios para formar a los campeones de; recuerdos del ayer que añoramos.  Nos preguntamos, ¿Cuándo cambió mi pueblo querido?