Marca ciudad

Agustín Sánchez
Agustín Sánchez

Hace muchos años atrás grandes ciudades como París, Ámsterdam, New York, por mencionar algunas, aplicaron una estrategia de marketing a través de la cual pretendieron posicionarse a nivel mundial, identificando a cada una de estas urbes aspectos únicos que las hacen diferentes. Y claro, ésta sonada marca ciudad, también se convierte en marca país, como recordaremos en algún momento se pretendió hacerlo con el “All you need is Ecuador” que se orientaba a impulsar y atraer al turismo extranjero.

En este contexto, la actual administración municipal ha decidido impulsar la marca ciudad, la cual se identifica con un bonito y colorido logo que, a decir de su creadora, proyecta las distintas facetas de nuestro querido Ambato. Resulta digno de felicitar estos intentos de pretender ubicar Ambato en el entorno nacional e internacional, pues nadie duda que tenemos mucho que ofrecer. Sin embargo, el objetivo no pretende someterse a un cambio de logo institucional, nuevo slogan, papelería, como ha venido ocurriendo con cada cambio de autoridades locales, lo que realmente debe perseguir esta estrategia es construir una verdadera política pública que identifique y potencie las distintas características que nos convierten en una ciudad única, para ello es indispensable tener claro, lo que somos y tenemos, qué aspiramos como ciudad, y el compromiso de la Municipalidad y ciudadanía.

Con tanto cambio y falta de claridad en los objetivos de ciudad durante los últimos años, resulta complejo definir cuál es el Ambato que queremos potenciar, qué historia pretendemos contar al mundo para generar un atractivo permanente para el incremento de inversiones o visitantes. ¿Qué estamos construyendo?, un Ambato turístico, comercial, industrial, de servicios, cultural, ¿alguien sabe?

Creo que es momento de empezar por ahí, y concertar nuestros esfuerzos en identificar las ventajas competitivas que nos hacen únicos, con un consenso público-privado que constituya un pacto inquebrantable para futuras administraciones, dejándoles como única opción, potenciar el compromiso de ciudad por encima de un logo o slogan que identifique a la administración de turno.