Ecuador en terapia intensiva

Juan Francisco Mora

Es un momento muy delicado por el que atraviesa el país. Desde varias perspectivas se puede apreciar que hay ‘riesgos mortales’ para el país y para sus ciudadanos.

Desde la perspectiva de la democracia: los poderes del Estado se enfrentan entre sí. En lugar de sumar y poner el hombro para encontrar soluciones conjuntas, el país ‘se juega al filo de la navaja democrática’ poniendo en riesgo su institucionalidad.

Desde la perspectiva de la producción: la industria, el comercio, las empresas de servicio y los pequeños emprendimientos viven a diario ‘con el Jesús en la boca’, esperando que sus inversiones puedan seguir generando empleo y rentabilidad.

Desde la perspectiva de la seguridad: estamos muy cerca de vivir un Estado fallido. La delincuencia y las mafias tomándose el país, la Policía Nacional sin los recursos suficientes y el Gobierno autorizando el porte de armas para que cada uno vea como se defiende…

Desde la perspectiva de los servicios públicos: la salud agoniza, la educación se apaga lentamente y los servicios públicos para los ciudadanos sin capacidad de respuesta. Lo estatal agoniza mientras las ‘soluciones’ se ofertan desde lo privado.

Desde la perspectiva de la esperanza y la fe de los ecuatorianos, también se va apagando. Una nueva ola migratoria es la evidencia de cómo los hijos de este hermoso país estamos dejando de creer en él, negándonos a apostar por un futuro aquí y arriesgando todo por buscar un mejor lugar para vivir.

¡Ecuador está en terapia intensiva!

Evitar el colapso del país es una responsabilidad de todos, pero especialmente de las autoridades que tienen en sus manos la toma de decisiones desde el poder.