Ecuador cierra un oscuro capítulo

EDUARDO CHIRIBOGA APONTE
EDUARDO CHIRIBOGA APONTE

La victoria de Lasso preserva los valores de la República, pues reiniciarían la descompuesta confianza entre los ecuatorianos, la alegría de emprender generadora de puestos de trabajo, con las reformas laborales que tendrán que aprobarse; y renacería el manejo transparente de la cosa pública, con personas capaces, probas, especialistas en cada tema, más no sumisas y leales al presidencialismo delincuencial. La lealtad debe ser con el país, no una condición para ocupar un alto cargo. Frenaría la construcción de un narco Estado. Además, Lasso debería convencer a la banca, que sus comisiones e intereses de usura conspiran contra los emprendimientos. Ganar racionalmente, sería su gran aporte.

Al menos, esto es lo que se espera, siempre y cuando las mafias criollas entiendan que su proyecto político es el que el país requiere, y se lo permitan…

Los cien primeros días de Lasso serán cruciales; sus promesas de campaña esperan, empezando por un eficiente plan de vacunación. El ingreso de capitales generadores de inversión y empleo, supongo, debe ser su plan inmediato, primordial, y muy bien planificado. De esto, dependerá el resto. Y el cerrado círculo que rodea a Lasso, debe mostrarse y dejar de generar sospechas. Salir de un oscuro clan, para entrar en otro, el país no lo tolerará.

Es sabido que la banca prefiere trabajar con la industria, antes que con los pequeños productores. Mentalidad que deberá cambiar, pues el país está lleno de pequeños productores, cuyos costos de producción le impiden competir. El costo del dinero; de los bienes de capital; de los insumos; los altos aranceles; y el exceso de intermediación, tendrán que ser drásticamente modificados, acompañados por un mejor posicionamiento en el mercado internacional con nuevos acuerdos comerciales; es lo que el sector agropecuario y el país entero espera con impaciencia.

Hervas, Pérez y Freile deberán entender, que, si no apoyan a Lasso desde sus bancadas legislativas, sus aspiraciones para el 2025 se esfumarán, pues regresaría el populismo delincuencial disfrazado de izquierda, al que no le interesa para nada la democracia.

Dios proveerá.

[email protected]

EDUARDO CHIRIBOGA APONTE