Peligrosas ‘rayas rojas’

Alejandro Querejeta Barceló
Alejandro Querejeta Barceló

Cuando se pongan en claro las cuentas de lo gastado y lo recibido por el gobierno en este primer mes, veremos la ‘raya roja’ que marcará un antes y un después. Será un volver a leer a Marx en cuanto a que la economía desempeña un papel crucial en la sociedad y en el desenvolvimiento del Estado. Como no conocemos esas sumas y restas, el plan del presidente Guillermo Lasso para reconstruir la economía es una incógnita.

No es la primera vez que nos pasa. Quienes ocultaron ese ‘cuaderno’ en donde se anota lo que entra y sale de la caja fiscal antaño, en su momento con su accionar destruyeron personas, instituciones y formas de vivir de todo el pueblo. En estos tiempos en los que hasta hace poco la corrupción política era moneda de cambio corriente, las cuentas deben ser claras.

Años atrás, el mandatario mesiánico decía que en Ecuador no había economistas, sino contadores, como si esto último no fuera palmariamente trascendente.  Deben quedar atrás, de una vez por todas, los tiempos de “fiebre ideológica” que todo lo transfiguraba; períodos sectarios e intolerantes, que nos condujeron al desastre.

De lo vivido hasta el 24 de mayo pueden deducirse preguntas básicas: ¿Qué debemos? ¿Qué hay que pagar a los acreedores de dentro y de fuera? ¿Cuánto para sostener todas las instituciones del Estado? ¿Quién o quiénes en ellas gastan más de lo debido? Para “apretar el acelerador” de la recuperación, ¿con cuánto y con qué se cuenta? Las herencias oculta y visible son demasiado indecorosas, denigrantes, vejatorias, demasiado amargas.

Sin embargo, el país, poco a poco, está volviendo a funcionar. El nuevo equipo económico debe poner, a la vista de todos, su legitimidad moral, el rostro y el cuerpo de sus estrategias para la recuperación económica y para enfrentar, además, los problemas burocráticos y de gestión que heredó. La discreción, en la gobernanza y la gobernabilidad, tiene “rayas rojas”.

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