Ucrania S. A.

Pablo Granja

Mediante una alianza entre vikingos, tribus eslavas y una conocida como “Rus”, se conforma la primera Rusia en el año 910 d. de C., estableciendo a Kiev como capital. En 1616 la invasión de los mongoles los obliga a trasladarse a Moscú naciendo la segunda Rusia y la dinastía de los Romanov, que con Pedro El Grande se extiende hacia el Báltico; con Catalina hacia el Mar Negro y con los Nicolás I y II anexa a los países centroasiáticos, configurando la unidad territorial zarista. La Revolución de Octubre liderada por Lenin, consolida la Unión Soviética con 15 repúblicas: las rusas eslavas (Rusia, Ucrania y Bielorrusia), las bálticas, las caucásicas y las centro asiáticas. Para evitar que surjan los nacionalismos en esta diversidad de razas, culturas, idiomas, costumbres y religiones, Stalin replicó lo que ya había hecho Pedro El Grande: movilizó a gran cantidad de “rusos originarios”, hacia todas las repúblicas integradas, lo cual sería fuente de futuros conflictos. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, Stalin expande la hegemonía soviética, sin anexión territorial, hacia varios países europeos que quedan confinados dentro de la “Cortina de Hierro”.  A su muerte, N. Krushev en un acto de condescendencia dictatorial cedió Crimea a Ucrania. Los sucesivos gobernantes aportaron lo suyo al fracaso del modelo socialista, correspondiéndole a Gorvachov ser el síndico del desplome de la URSS, cuya desintegración fue consumada por B. Yeltsin que conforma la Federación de Repúblicas Independientes entre Rusia, Ucrania y Bielorrusia; reconociendo y admitiendo la independencia de los demás países.

En este momento crucial se pacta con la OTAN el desarme de los arsenales nucleares bajo la condición de que no se expanda al área de influencia de Rusia; más adelante, en 1994, se acuerda que Ucrania entregue a Rusia el tercer arsenal nuclear más poderoso del mundo mantenido en su territorio, a cambio de no ser invadida nunca. Pactos que ninguna de las partes cumplió. Pese a la larga relación, en Ucrania se discriminaba a los rusos, hasta que se desató una guerra civil en el 2014. Se destituyó al presidente considerado pro Putin, y se celebraron elecciones en que venció V. Zelensky. Aunque sea brevemente, es necesario anotar varios hechos: Putin surge como el personaje que reivindica a Rusia del desprestigio en que le sumió Yelstin; recuperó Crimea a la fuerza; apagó los levantamientos chechenos con violencia brutal; enfrentó a la OTAN por incumplir sus compromisos de no expansión amenazante; cuando Ucrania anunció su intención de integrarse a este organismo la invadió. Mientras en Occidente es presentado como un villano, en su país luego de 23 años en el poder tiene una aceptación del 80 por ciento que valora la sustitución del comunismo por un estado federal y democrático, aunque también ha sido acusado de afectar los derechos humanos y las libertades.

Lo que no se dice mayormente de Ucrania, es que el gobierno está apoyado por partidos de extrema derecha, y uno de ideología neonazi que recluta a grupos supremacistas blancos para incorporarlos a las fuerzas armadas regulares ucranianas. El gobierno de Zelensky ya está organizando la reconstrucción del país para cuando termine la guerra, creando el Fondo de Desarrollo de Ucrania que ha designado a BlackRock como única asesora para la obtención de los 60.000 millones que se requieren, que provendrán de los mismos países que alientan y sostienen la guerra. BlackRock es la gestora de fondos más grande del mundo, poseedora del 88 por ciento de las acciones de las quinientas empresas más importantes de los Estados Unidos. Los montos que gestiona alcanzan a 10.5 trillones de euros, solo comparables con una economía detrás de la China. Entre algunas de las muchísimas empresas que controla están Microsoft, Amazon, Apple, Coca Cola, Pepsi Cola, Ferrari, Bank of America, JP Morgan, Pfizer, McDonald´s, Uber, y es el segundo más grande accionista de Facebook, pero también tiene acciones en Fox News, CBS y Disney. Uno de los dos fundadores integra el directorio del Foro Económico Mundial, y varios de sus ejecutivos han sido asesores económicos de los presidentes Obama y Biden. Su poder es inimaginable y sus tentáculos insospechables. Lo que nos hace pensar que quizás estamos por presenciar como este país se convierte en Ucrania S. A.