El reglamento

Pablo Escandón Montenegro

Más allá de la extemporánea publicación del Reglamento a la reformada Ley de Comunicación, este es un nuevo texto completamente coyuntural que no prevé a futuro los procesos informacionales, de creación de contenidos, de plataformas, de sostenibilidad de medios, de audiencias y un largo etcétera de elementos, actores y escenarios por donde está la comunicación en el presente.

La virtualidad, la digitalización, los entornos simulados, la inteligencia artificial y su repercusión social, educativa y económica no son tratados en este reglamento, que representa a una ley manipulada políticamente. Tanto la famosa LOC de la era correísta, como la leninista y la actual son anacrónicas, pues no están en concordancia con los cambios de la cuarta revolución, la tecnológica, y por ende, sumen y proponen una concepción de la comunicación tan tradicional, que parecería que para los redactores no existen las plataformas donde publican sus propias actividades corporativas o particulares.

Estamos en una campaña electoral en la cual las estrategias digitales en medios, redes, plataformas y servicios de mensajería han sido una novedad, pues no tienen la misma dinámica ni efecto de lo que fueron las elecciones presidenciales anteriores, ni mucho menos las de inicios de este año para las seccionales. Un fenómeno que se transforma constantemente.

Pero quienes hicieron la ley y ahora el reflejo de este reglamento siguen pensando en las señales analógicas de radio y televisión, y aún más de los medios impresos, que cada vez son menos.

¿Dónde existe una regulación, promoción y desarrollo de las plataformas informativas? ¿Dónde está la normativa para evitar la desinformación desde esta dimensión digital? ¿De qué manera se complementa esta ley con la de fomento cultural para estimular nuevos medios?

Y es que este reglamento tampoco es culpa de los redactores sino del contexto general del país; uno de ellos es el educativo. ¿Qué universidad tiene a lo digital como eje transversal para sus carreras de comunicación y humanidades? ¿Cuántas mallas de las carreras de periodismo incluyen temas de innovación, de entornos VR, XR, RA y economía digital? ¿Cuántas facultades de Comunicación son integrales y expandidas como son los perfiles que piden a los nuevos profesionales?

El reglamento es un reflejo, también, de la situación de los medios en el país. De esos corporativos, que pocos sobreviven, y de esos que mueren lentamente o de aquellos que ven en lo digital una tabla de salvación, pero no de llegar a un puerto seguro.

Si las oscuras golondrinas volverán a colgar sus nidos, esas que sabían cómo era el pasado, esas no volverán, porque las golondrinas hacen verano donde hay futuro, no donde se ancla el pasado; y eso lo vemos en la propia producción audiovisual para TV, que está llena de refritos y donde no hay novedad en ningún sentido.

La comunicación es un flujo cambiante en lo social, educativo, mediático, económico y artístico. Por ello debe tener conexión con todas esas áreas y prever a futuro su complejo desarrollo. La legislación comunicacional se sigue haciendo para satisfacer las demandas de grupos sociales, políticos y económicos, pero no