Muerte cruzada

Mayra Aguirre Robayo

La disolución de la Asamblea Nacional por el presidente Guillermo Lasso se miró en la prensa internacional. New York Times la vio como una medida drástica en medio de un juicio político que el órgano legislativo liderado por la oposición correísta, socialcristiana, una rama de Pachakutik, de la Izquierda democrática y algunos asambleístas independientes acusaban al mandatario de malversación de fondos entre Flopec y Amazonas Tankers.

El artículo 148 de la muerte cruzada reza en la Constitución de 2008; entonces, era presidente el prófugo Rafael Correa que protegía su cargo de la desobediencia partidaria. La paradoja sirvió a Lasso para mantener la democracia, contrarrestar la impunidad y adelantar en 6 meses elecciones presidenciales y de asambleístas. Las críticas han abundado por el espíritu hiperpresidencialista constitucional. Sin embargo, el 72 por ciento de la población aplaudió la decisión presidencial por el descaro, la mediocridad de los parlamentarios que sólo contaban con el 4 por ciento de aprobación. Los planes detractores pretendieron enjuiciar a la fiscal Diana Salazar que dio paso a la condena del expresidente Correa y 20 acusados que están fuera del país o que han sido excarcelados, como el exvicepresidente Jorge Glas con oídos sordos del actual gobierno.

La nueva jugada democrática es decisiva para el futuro ecuatoriano. El narcotráfico y el terrorismo criminal y político comandado por Leónidas Iza dirigente de la CONAIE aliado del correísmo, ha divido a Pachakutik. El país requiere acuerdos nacionales sobre: seguridad, empleo, salud, entre otros. Los egos y el afán de los candidatos por cargos políticos devienen en vanidad sin sentido patriótico y afectan los cambios sociales. El voto reflexivo de la sociedad civil es un baluarte en las próximas elecciones. Los decretos ejecutivos económicos deben velar por la pequeña y mediana empresa que cubren el 70 por ciento del empleo en el Ecuador. El presidente Lasso no debe ser un candidato presidencial, sino ser un presidente en transición y pasar a la historia.

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