De ‘héroes de la bata blanca’ a ‘sindicatos mafiosos de médicos’

­Miguel Ángel Crespo

Nos acercamos a un inminente proceso electoral que reviste una gran importancia en la toma de decisiones para el destino de los ciudadanos ecuatorianos. Esta responsabilidad de elegir adecuadamente se torna crucial ante un momento de temores, inseguridades, conflictos y una marcada inestabilidad. Deberiamos realizar un análisis riguroso de las propuestas de los candidatos, considerando criterios como, su factibilidad, viabilidad, plazos de implementación, presupuesto y trazabilidad. Esto se erige como el pilar fundamental para tomar decisiones informadas en un contexto sumamente complejo y delicado, posiblemente en uno de los periodos más desafiantes en la historia de Ecuador.

La temática de la atención sanitaria adquiere una relevancia ineludible especialmente post pandemia, que ha dejado como legado un sistema de salud deficiente. Luego de haber sido ampliamente reconocidos como los ‘héroes de la bata blanca’, término que, aunque apreciamos, no nos resulta plenamente satisfactorio, nos vemos sorprendidos por la utilización del término ‘mafias de sindicatos de médicos’ por parte de uno de los candidatos presidenciales. Más allá de la denominación, lo que resulta preocupante es la falta de comprensión en profundidad sobre el funcionamiento del sistema de salud ecuatoriano por parte de un individuo que podría asumir la presidencia en un futuro cercano.

Es importante destacar que las deficiencias en el sistema de salud y los desafíos en la asignación de turnos no recaen únicamente en los médicos, sino que son responsabilidad compartida de las unidades de salud, en su conjunto.

En este contexto, es relevante recordar que durante los mandatos de los presidentes Lasso y Moreno se desvincularon alrededor de 6,000 profesionales de la salud, incluyendo aquellos que legalmente tenian que ser beneficiados con nombramientos definitivos en reconocimiento a su labor durante la pandemia. En su defecto, se los desvinculó.

Estos nombramientos habían sido conferidos como respuesta a la crisis del COVID-19 durante el gobierno de Moreno, pero fueron revocados por la administración actual. Esto no solo privó a estos profesionales de la oportunidad de retener sus empleos, sino que también los separó de sus unidades de salud, dado que inicialmente habían sido contratados específicamente para enfrentar la pandemia.

En relación a la cantidad de médicos generales, Ecuador ha superado las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sugiere 23 médicos generales por cada 10,000 habitantes, con un total de 28 médicos generales en la actualidad. No obstante, el verdadero déficit se encuentra en la disponibilidad de médicos especialistas, debido a que las universidades no han implementado programas de becas parciales o totales de especialidades en los últimos cinco años. Este fenómeno implica, que si bien continuamos formando médicos generales, carecemos de especialistas, lo que dificulta la atención de las necesidades médicas de la población y promueve la fuga de talento hacia otros países.

El análisis detallado de las causas subyacentes de los conflictos en nuestro sistema de salud es un ejercicio complejo que podría requerir una exploración más profunda en otro contexto. Por lo tanto, hacemos un llamado a nuestros lectores a considerar de manera reflexiva su voto, ya que de ello dependerá el futuro de los ciudadanos ecuatorianos y las posibilidades de mejorar