Verónica Abad

Matías Dávila

Matías Dávila

El Sr. Lasso, en una previsible jugada de ajedrez (de principiantes), decide no presentar candidatos para estas elecciones. El motivo es, a juicio de muchos, decirnos un año y medio después, que él mismo era la alternativa. ¿Y qué ganaría? La posibilidad de volver a presentar cuadros.

Hoy está empeñado en hacer publicidad de los ‘logros’ que ha tenido como Gobierno. En los medios afines, se recitan y amplifican sus escuálidos triunfos y se minimizan e invisibilizan sus cotidianas torpezas. Pero de ‘chiripazo’, luego del vil asesinato de Villavicencio, se movieron las frutas y ahora tiene a una militante y asesora de CREO como vicepresidenciable.

Verónica Abad es la mujer que podría quitarles el triunfo a los ‘Noboa Lovers’. Es decir, se volvería a repetir la historia. Recordemos cuando Noboa se disputaba la presidencia con Correa: ¿Ganó Correa o perdió Noboa? Muchos pensamos que arrodillarse en una tarima a mendigar los votos con una Biblia en la mano y olvidarse el Padrenuestro, entre algunas otras perlas, fueron cruciales para que él mismo se ponga una soga al cuello y pierda exitosamente.

Abad hace algo parecido. Solita se abre todos los frentes que puede. Abre la boca y dice algún otro disparate. Tiene el don de decir desatinos, absurdos y despropósitos. Ese es, entre comillas, su talento natural.

Parafraseándola, luego de ver algunas de sus entrevistas: las mujeres que deciden ser mamás no pueden ganar lo mismo que los hombres; no es auspiciante de la educación porque no cree que es un derecho; es más, el Estado no debe dar educación gratuita sino que debería ser pagada por “nosotros” o por nuestros padres; es “anti-impuestos” e invita a evadirlos.

Si usted es uno de los que va a votar por Noboa, póngale una vela a su santo de confianza para que nunca se muera o para que nunca renuncie… caso contrario, esta dama se convertirá en nuestra presidenta, y una mujer así en Carondelet, es más nociva que la peor de las pandemias.