Los idus de marzo

Pablo Escandón Montenegro

Los augures siempre hay que tomarlos en cuenta. Hay quienes leen el horóscopo como esas predicciones que son útiles para el desempeño del día, a partir de la interpretación de la ubicación de los astros; también hay quienes con datos estadísticos nos anuncian probabilidades.

Tanto los augures como las estadísticas son ayudas para tomar decisiones. En el primer caso, y por ello el título de esta columna, los augurios no eran tan buenos para el gran César, emperador de Roma y conquistador de las Galias, pues uno de los adivinos, que leían las vísceras de los animales, bien le previno que, en este día, conocido como los “idus de marzo”, debería tener cuidado y mejor no realizar actos públicos ni estar en congregaciones, pero este día era considerado de buena suerte.

Así fue que al no tomar en cuenta la advertencia, cuando el gran militar y político llegó al Senado, los complotados pudieron ejecutar el magnicidio del César, aupados por su propio hijo Brutus. Es en la obra de Shakespeare que se acuña la famosa frase de “cuídate de los idus de marzo”, que se usa para no confiarse de nada ni de nadie. Y allí mismo, el dramaturgo, pone en boca del asesinado la frase: “Bruto, ¿tú también hijo mío?”, en la cual condensa la sorpresa de saber algo que no quería ver.

Pero en este día de idus de marzo, las encuestas y las cifras estadísticas también son esos augures que nos marcan a los ciudadanos: durante los últimos días, en Quito, la tasa de siniestros de tránsito creció en la misma vía, con sucesos mortales. Asimismo, las desapariciones y los hechos delictivos también han engrosado los datos, con los cuales nos hacemos más desconfiados.

Ayudar a personas en la calle que se muestran vulnerables es un acto humano, pero ¿cómo sabemos que no están actuando dentro de un complot urdido milimétricamente para despojar al incauto de sus bienes? Pero también debemos reconocer que hay muchos augurios premonitorios llamados consejos o prevenciones que tenemos que hacer caso: no circular por ciertos sectores, no recibir papeles en vía pública, no tratar con desconocidos… Si hacemos caso omiso de ello, seremos como César y el complot se cumplirá tal como fue elaborado.

Cuidémonos de los idus de marzo durante todos los días porque el magnicidio de César será tal para nosotros, aunque nos roben el celular, la billetera o logren que perdamos la voluntad y nos quiten todos los ahorros.