Mentirosos, inexpertos y con poder

José Alvear

Así luce el Gobierno de Daniel Noboa, al menos en el sector energético. Es que cada vez vemos con más preocupación que a pesar de los pronunciamientos oficiales de la ministra de Energía, Andrea Arrobo, intentando generar calma en la ciudadanía, los  hechos se convierten en un búmeran que se les viene en contra. La ministra nos dice que “ya no habrá apagones”, “que tiene un plan de mantenimiento”.  Los hechos dicen todo lo contrario. Todos los días hay apagones en Quito y Guayaquil. Nos habla de un plan de mantenimiento, pero Coca Codo Sinclair, la mayor hidroeléctrica del país, es una bomba de tiempo.

¿Por qué? ¿Por qué tanta incompetencia en un solo Ministerio?

Porque estamos siendo testigos de un Gobierno que juega solo al cálculo político, que no sabe qué hacer y que no tiene ruta clara. Lo único que tendremos con más apagones es el incremento de la inseguridad porque la señora Arrobo nos quiere tener a oscuras.

Pero no solo es que el país no tiene un plan, también hay un abandono en lo que debería hacerse. La central TermoMachala es un ejemplo. Una obra que jamás ha sido repotenciada y se pierde en el mar de la ineptitud. Les recuerdo que aún hay dos turbinas en bodegas pudriéndose y esperando ser instaladas.

Es increíble como teniendo las herramientas a la mano tenemos funcionarios incompetentes que, podríamos presumir, solo terminan favoreciendo los intereses de terceros interesados en llenarse sus bolsillos. Esos son los que se benefician de que la ministra y sus amigos vean para otro lado.

¿No me creen? Recuerden la “generación de energía offshore”, con barcazas de fuel oil (altamente contaminante) y con una contratación bastante cuestionada y por demás cara (30 centavos el kilovatio hora). Todo esto con una empresa turca bastante cuestionada en el mundo.

Estoy hablando de los famosos 32 motorcitos modelos 2009, que tienen un sobreprecio descarado, que debían llegar en diciembre, pero que hasta ahora solo han llegado ocho unidades viejas.

Lo cierto es que la ministra nos sigue mintiendo y, lo más triste, es que el último trimestre del año será de una intensa oscuridad para todos. Apagones en la época más comercial, la misma receta de Guillermo Lasso.

Ojalá alguien se ilumine en Carondelet y nos dé más luz, menos Estado incompetente y más libertad.