‘Radical’ o la pasión por educar

Fabián Cueva Jiménez

La idea inicial para concluir este año y comenzar el 2024 estuvo dirigida a opinar sobre la revolución educativa que vive el mundo, por las nuevas realidades sociales, culturales, científicas y tecnológicas que obligan a preparar nuevos maestros que ya no sólo formen a niños, adolescentes y jóvenes para la vida, sino para resolver problemas del momento, con una combinación de habilidades prácticas con valores éticos, actitudinales y emocionales.

Nos hemos sentido obligados a dejar algunos temas interesantes, por ejemplo, los revolucionarios robots educadores que están reemplazado a los profesores, lo haremos después, sustituyéndolas por vivencias humanas extraídas de una película muy comentada en América Latina y además premiada, que invita obligatoriamente a la conversación y debate.

‘Radical’ es una obra cinematográfica para ser analizada por todos: autoridades, administradores, docentes, padres, alumnos, porque nos traslada a otros contextos sociales con escenas, diálogos, actividades y hasta silencios, de realidades diarias, verdaderas lecciones de vida. El estremecedor y emotivo relato proviene de hechos ciertos ocurridos inclusive en nuestro país, que traen intenciones humanistas incluyendo denuncias dramáticas.

Nos proyecta a un mundo con dificultades, trasladadas a las aulas y a otros espacios, en donde especialmente un profesor con alumnos entre los 12 años con un desarrollo de pensamiento lógico ilimitado recibe la marcada influencia de un ambiente que señala otros comportamientos y formas de vida.

Presenta: un maestro distinto, con vocación para motivar, salirse de la educación lineal, arriesgarse a no ser reconocido por compañeros y autoridades, introducirse en los ambientes de sus alumnos y actuar según las condiciones de sus existencias, transmitir su gusto por enseñar, con alegría y diversión, con situaciones prácticas y exigente hasta buscar denodadamente respuestas a sus pedidos de tecnología necesaria, ofrecida e incumplida.

Alumnos con necesidades extremas, uno ligado a pandillas de negociantes con drogas que terminan su vida por defender los verdaderos principios de existencia; otra brillante e inteligente que sacrifica su tiempo realizando actividades indignas para sobrevivir por exigencia de un padre enfermo y moribundo; y una niña más, que se transforma en una madre sustituta.

Compañeros maestros: incrédulos, desafiantes, que no desean acercarse al mundo de la creatividad y la innovación.

Autoridades que minimizan el verdadero sentido de la educación, poniendo por delante sólo su poder autoritario, hasta negando instintivamente los cambios que se requieren.

En síntesis, una de las mejores películas para profesores, más allá de: “Al maestro con cariño”, “Frente a la Clase”, “El Profesor”, “Con ganas de triunfar”, por su intención de reclamo justo desde una trinchera llamada educación.

Quisiéramos finalmente preguntar: ¿Cuántos maestros la han visto? ¿Las autoridades han insinuado a sus docentes? ¿Cuántos padres han concurrido a esta cita comunitaria? ¿Qué ha programado el Ministerio?

Claro, no todos tenemos entre nuestras pasiones, la de educar, pero, avancemos, también todos.