El “watchman” de Quito

Pablo Escandón Montenegro

Es inaudito que el Metro de Quito haya funcionado solo para los familiares de los concejales y las concejalas. Que fue en la madrugada, con la finalidad de que nadie los vea y que nadie se entere, pero no contaron con que un habitante de calle los vio e hizo circular la fotografía en sus redes sociales.

Este mismo hombre ha sido quien, además, ha logrado captar en videos y fotografías a los diferentes candidatos a la Alcaldía de Quito, reunirse con varias figuras que controlan los mercados, el transporte y el comercio informal, en barcas de La Alameda, en pequeñas canastas del teleférico y en otros espacios.

Hace más de tres décadas, en la ciudad de Quito, en La Mariscal habitaba las calles un exmédico que tenía unos lentes de fondo de botella y que con pincel y pintura roja escribía en las paredes de escuelas y colegios lo que le hacía falta y dónde le podían dejar… Su historia estaba contada en el parque Julio Andrade, donde dormía.

Este habitante de calle ha regresado junto con las tendencias contemporáneas. Ya no pide ni escribe en la calle, sino que publica en redes desde varias cuentas, como si fueran varios tapiales donde escribiera hace varios años.

La figura de este hombre que decidió vivir en la calle y buscar la verdad y al hombre más sabio, como Diógenes, el cínico, hace pensar en cómo y por qué lo hace. Si sus publicaciones tienen que ver con una propuesta de lucha contra la corrupción o simplemente como una forma de desnudar a los poderosos de turno.

Este hombre de calle, indigente, pordiosero o demás denominaciones que han evolucionado con lo políticamente correcto, envía, además, fotos de personajes públicos en situaciones comprometedoras a ciertos usuarios de telefonía celular, desde diferentes números, sin una propuesta de chantaje ni una advertencia, simplemente envía la prueba.

Exhibir a los hombres y mujeres que detentan cargos públicos y que son personajes de trayectoria con sus debilidades es una cruzada que poco a poco va dando de qué hablar nuestro ‘Watchman capitalino’.

Busque en sus redes con los más diversos criterios estas historias para encontrar los contenidos que le menciono y si los encuentra me avisa, porque estas historias, aunque parezcan reales, son solamente inocentadas en este 28 de diciembre.