Distractores

El país enfrenta una dramática serie de problemáticas ante las cuales el gobierno lastimosamente no encuentra soluciones y, además,  contribuye negativamente implementando impuestos que afectan seriamente a la clase media de la población que en plena crisis económica y sanitaria ve cómo el Estado, en lugar de intentar aliviar su sufrimiento, opta por cargarles con más y más ‘opresión fiscal’; algo inaudito e inédito en otras democracias, en donde más bien se busca llevar liquidez a los más golpeados por la pandemia.

La gente está mal y la mayoría sabe muy bien que al gobierno le toca no solamente dar respuestas contundentes sino también asumir responsabilidades por el incremento de los impuestos. 

Para esto, lejos de dar la cara y atender las reales necesidades de la población, el ejecutivo ha preferido recurrir a distractores que logran llenar las primeras planas de los periódicos, pero en el fondo no solventan las necesidades más impelentes de la población.

Así, creen que la gente en lugar de seguir contando los muertos por sicariato, los asaltos o la falta de trabajo y liquidez, se concentra en la pelea entre la alcaldesa Cynthia Viteri y la ministra de Educación. La estéril confrontación solo logrará captar la atención de los que ya le creen al presidente y, más bien, seguirá desesperando a los que menos tienen y más necesitan, pues se quedarán sin entender cómo se puede, en medio de tanta angustia, seguir debatiendo sobre personajes que poco o nada tienen que ver con su día a día.

Y así como crearon un distractor en la Costa, había que armar otro en la Sierra. Por esto el ataque a Paola Pabón y a la prefectura de Pichincha, pues si bien es cierto que la idea de hacernos pagar más en la matrícula es muy inoportuna, también es cierto que más escándalo y dolor de cabeza causan los impuestos que vulneran directamente los salarios de los trabajadores.

Distractores en medio de una gran tormenta económica y social que las autoridades siguen equivocadamente ignorando y que pronto podría salirse de las manos.

Pero no se preocupen, porque seguramente de ser el caso, ya tiene listo otro distractor que provendrá  de la Asamblea Nacional, que muy pronto servirá ―por enésima vez― de chivo expiatorio a falta de política pública y obras, inclusive ahora, cuando el petróleo ronda los 90 dólares. También para esto y para seguir excusándose de tanta inercia y cinismo tendrán listo otro distractor.