Una inusual demanda china impulsó las exportaciones de madera durante 2020

ILEGAL. De la mano de un mayor mercado internacional, también se incrementó la informalidad.

El país asiático entregó fuertes subsidios para fomentar la energía eólica, la cual necesita grandes cantidades de balsa. El mercado informal también se disparó.

El sector maderero realizó exportaciones por $784 millones durante 2020, lo que representa un crecimiento del 53% en comparación a 2019. El 68% de ese monto está relacionado con las ventas de balsa y sus derivados, que se producen sobre todo en la Costa y Amazonía del Ecuador.

Según la Asociación Ecuatoriana de Industriales de la Madera (AIMA), ese desempeño no se podrá repetir en 2021, debido a que la demanda del año pasado estuvo relacionada con factores excepcionales.

Relación

En primer lugar, China requirió grandes cantidades de balsa, porque esa materia prima es indispensable para la construcción de las aspas de los molinos dentro de la producción de energía eólica.

Hasta 2019, el 90% de los ingresos por exportaciones de madera se generaba en el sector formal, pero en 2020 ese porcentaje se pudo haber reducido en un 20%. Luego de 10 años de intentos para impulsar esa producción, el país asiático implementó, desde finales de 2019, crecientes subsidios para lograr sus metas de transformación energética. Eso incrementó el mercado maderero durante algunos meses.

En menor medida, otros aspectos determinantes en las exportaciones fueron una mayor inversión del sector, el aumento de la demanda de contrachapados desde Estados Unidos, más compras de tablas triplex para proteger las puertas y ventanas de hogares y negocios, y una mayor demanda de muebles para el teletrabajo.

Se disparó la informalidad

Un mayor mercado con mejores precios también provocó efectos adversos. Así, las ventas informales y la tala indiscriminada se exacerbaron durante 2020. Según el Ministerio de Ambiente, 1.973 metros cúbicos de balsa se decomisaron el año pasado, es decir, 186% más que los 689 metros cúbicos incautados durante 2019. 

La Fundación Pachamama ha asegurado que, entre enero y abril de 2020, se intensificó la tala de balsa en el territorio Achuar, que tiene cerca de 785.000 hectáreas de bosque tropical.

Esta realidad genera una creciente preocupación, porque estarían involucrados ciudadanos chinos que ofrecen más del doble del precio normal por la balsa, lo que incentivó que, en medio de la crisis económica por la pandemia de la Covid-19, un importante porcentaje de las comunidades indígenas de la Amazonía se volcaran a la tala de balsa como una fuente alternativa de ingresos. (JS)