Richard Carapaz: ‘Que vengan nuevos días para el ciclismo ecuatoriano’.

Festejo. Richard Carapaz muerde el pastel por su cumpleaños 25.
Festejo. Richard Carapaz muerde el pastel por su cumpleaños 25.

Su mirada habló por él. Con un toque de inocencia e incredulidad Richard Carapaz solo pudo sonreír a quienes llegaron hasta el aeropuerto de Quito para darle la bienvenida.

Una fan se quedó con ganas de darle un regalo. “Richard, solo quiero darte esta taza”, gritaba, mientras el carro desaparecía, como los trenes en las películas de amor, en la que un ser amado despide a otro.

Alexandra Quillupangui tampoco logró su objetivo: hacerle firmar una camiseta de ciclismo. Sin embargo, la ilusión de verle de cerca fue un premio.

El avión, que lo trajo desde España, arribó a las 16:12 y a las 16:57 salió. Antes se reunió con sus padres, hijos y esposa, quien se mostró emocionada por recibir al amor de su vida. Los festejos en la familia tendrán que esperar hasta el viernes, pues hoy se realizará una caravana en Quito y luego se trasladará a su tierra natal, Carchi, donde seguirán los festejos.

Del acento característico de la gente de Tulcán no queda nada. Pero la “humildad” la tiene intacta, como lo dice su amigo Alexander Cepeda, quien también es ciclista y representará a Ecuador en los Juegos Bolivarianos, que se desarrollan en Bolivia. “Le seguí en todo el Giro. Cuando ganó la octava fue emocionante, no solo para mí, sino para todo el país”.

En un recorrido de 30 minutos, aproximadamente, Carapaz llegó a las oficinas de su equipo en Ecuador, Movistar Team. Con globos y aplausos fue recibido en una calle de honor.

Con sonrisas ingresó a la sala en la que 77 periodistas le esperaban. Respondió preguntas, contó anéctodas, sopló la vela de su cumpleaños 25 -que fue el martes- y vio el video de cuando ganó la octava etapa. La emoción esta vez no solo fue de él, sino de todos los asistentes.

Dijo que su anhelo es llenar el corazón de los ecuatorianos de alegría y que espera que las nuevas generaciones de ciclismo tengan apoyo. “Lo que me pasó a mi que no le pase a la generación de hoy. Que vengan nuevos días para el ciclismo ecuatoriano”.

En la historia
del país

Con 24 años, Richard Carapz, integrante del Team Movistar, compitió en su segunda gran vuelta ciclística, el Giro de Italia. El año pasado estuvo en la Vuelta a España.

Carapaz terminó en cuarto lugar, un hecho histórico para el país. Además, ganó la octava etapa, que le permitió enfundarse la ‘maglia bianca’, que al final fue para el colombiano Migel Ángel López.

Carapaz estuvo a punto de no competir, por una molestia en la rodilla. Comentó incluso que buscaron un reemplazo. Pero, el amor por su profesión y el país pudo más. “Ahora voy a descansar”, afirmó Carapz, quien viajará hoy hasta Tulcán.

Desde pequeñas siguen a Carapaz

En medio de un ambiente de alegría y esperanza, Richard Carapaz, arribó al Aeropuerto Mariscal Sucre después de participar en el Giro de Italia 2018. Allí lo esperó un grupo de personas de todas las edades, quienes, felices por verlo, asistieron con globos, carteles y con la camiseta tricolor.

“Richard nos hizo vibrar a mí, a mis hijas y a todo un país, él es un orgullo y por eso venimos a verlo”, manifestó Julia Andrade, seguidora de Carapaz. Ella asistió con sus dos hijas pequeñas que, según Julia, también son seguidoras del ciclista ecuatoriano.

El aporte tras el Giro

Alexander Cepeda, ciclista de 19 años, fue a recibir a su amigo y héroe Richard Carapaz, quien fue cuarto en el Giro de Italia. “Mi vuelo sale a las 20:00, así que aproveché para venir a ver a Richard”, comentó Cepeda, quien viajó ayer a Bolivia para participar con Ecuador en los Juegos Suramericanos.

“He entrado con él y se notaba que estaba muy bien, pudo hacer un buen Giro”. Además, afirmó que con la buena participación de Carapaz, más personas se fijarán en el ciclismo nacional. (JG)

Orgullo nacional

Alexandra Quillupangui, 36 años, sigue la trayectoria de Richard Carapaz, desde su primera participación en la Vuelta al Ecuador. Ella esperó ansiosa para conocer en persona a su ídolo.

En sus manos sostenía una camiseta de un ciclo paseo de Quito a Tulcán y quería que lo autografíe. Aunque no pudo se fue feliz por haberlo visto unos pocos segundos. “Lo que hizo Richaed es histórico. Quedar detrás de los monatruos del ciclismo mundial es algo histórico”.