El valle de Uravía

El maravilloso valle de Uravía, joya paisajística natural de inconmensurable belleza, se encuentra ubicado en la parroquia de Checa, Distrito Metropolitano de Quito, a unos cuarenta kilómetros de la ciudad capital.

El valle es cruzado de oriente a occidente por el río Uravía, que nace de los afluentes del cerro Puntas, y es visitado por cientos de personas todos los fines de semana, para gozar de su agradable clima y de las aguas del río, siendo un sitio turístico por excelencia, cita obligada para los visitantes de Checa.

El nombre de Uravía viene de la unión de dos vocablos, en un mestizaje lingüístico tan propio de nuestros pueblos; por un lado, ‘ura’, que viene del quichua y significa ‘abajo’ y por otro, ‘vía’ en español, por lo que Uravía significa ‘la vía o el camino de abajo’.

En el valle existen restos arqueológico de la época preincaica e incaica, así como sitios donde se realizaban ritos ancestrales; y, una tola, conocida como Culquiloma o ‘loma de plata’, donde hay abundante cantidad de cerámica y osamentas de los aborígenes del sector, esto es, se trata de un sitio sagrado y de adoración, donde los indígenas enterraban a sus muertos.

También se han encontrado en el predio huesos de mastodontes, todo lo cual consta debidamente documentado en el libro ‘Checa: un pueblo andino, realidades y recuerdos’ (Quito, 2007), escrito por el profesor Nelson Montenegro Díaz, oriundo de Checa.

Alfonso López Jaramillo