Reparto de vacunas

A Ecuador han llegado 8.000 vacunas que servirían para vacunar a 4.000 personas. Un número ínfimo e insuficiente; sin embargo estas pocas vacunas han sido suficientes para poner al descubierto, por enésima vez, la improvisación y la paupérrima capacidad de este Ejecutivo.

No solo fueron inoculados funcionarios que no estaban en primera línea, sino que se empieza a dudar de la transparencia del proceso, pues muchos vacunados detentan solo la ‘primera línea’ de la corrupción moral.

Nadie sabe a quién y por qué se les vacuna y, por ende, el gobierno le debe muchas respuestas al país, que con tristeza ve cómo estas 4.000 dosis, pocas para toda la población, podrían ser más que suficientes para funcionarios y parientes privilegiados.

Es una vergüenza que debe ser investigada junto a muchos otros repartos del actual gobierno.

Lo que es seguro es a quienes no llegarán estas vacunas, o sea a los ciudadanos comunes que seguirán muriendo en sus habitaciones o a los que no tienen puesto en las UCI y siguen en una lista de espera.

El gobierno nos ha abandonado; ha abandonado al personal de salud de la verdadera primera línea y a todos los pacientes que hoy no cuentan con los insumos mínimos para combatir al coronavirus, incluyendo la falta de anestésicos para entubar a los casos más graves.

Un desastre y una negligencia estatal que no podrán ocultar manipulando cifras o información como ha sido costumbre y por la cual, tarde o temprano, deberán responder.

Lastimosamente es un Ejecutivo que ya durante la primera ola del año pasado tuvo funcionarios vinculados a casos de corrupción y pronto nos enteraremos de cómo, hasta para las vacunas, todo sigue igual.

Solo queda la resignación, pues no hay fiscales ni justicia para combatir tanto descaro.

Los meses que faltan para que llegue otro Ejecutivo se harán interminables, si este nuevo nos ayudará… !es otro tema!