En el ocaso de este gobierno, llegó la aprobación de la Ley Orgánica de Extinción de Dominio, proyecto que acumuló polvo en el Legislativo durante 15 años. Hoy, aprobada por una Asamblea de suplentes, mientras los ‘principales’ están en campaña, aviva la esperanza de recuperar algo de lo que pagó la corrupción y otros ilícitos como el narcotráfico y el lavado de dinero.

La inspiración nace en Colombia, tras décadas de crimen organizado, cuyos actores desarrollaron sofisticadas estructuras para esconder y disfrutar sus bienes. Impulsada por la ONU y hoy por el FMI, fue bloqueada por fiscales, jueces y gobernantes que quisieron enriquecerse con impunidad.

Corruptos y delincuentes suelen no tener un centavo a su nombre; se valieron siempre de testaferros. La extinción de dominio no los juzgará, pero permitirá perseguir sus bienes.

Para no caer en la inconstitucionalidad de lo retroactivo, la ley introduce el principio de retrospectividad, que opera para prevenir que el patrimonio de origen ‘malhabido’ pueda ser saneado (o lavado) y llegue a ser, a fin de cuentas, legal.

Curioso es que se revive al Servicio de Gestión Inmobiliaria (Inmobiliar), eliminado por la ‘austeridad’ de Lenin Moreno, en un nuevo pero similar Servicio de Administración de Bienes o Activos Especiales. Resta verificar cómo garantizará transparencia, administración eficiente y la correcta monetización de los activos. Lo recuperado, dice el texto, se destinará a programas de desarrollo infantil.

En contra de fuertes intereses, llega una buena noticia para el país. Si todo marcha como debería, y el Ejecutivo no complica el veto, tendremos una herramienta más para perseguir la corrupción antes de la posesión del nuevo gobierno. Y ahí sí, sálvese quien pueda...

Tomaremos a la revolución por lo que es: el trastocamiento violento de un orden social por otro."

Paul Nizan (1905-1940) Filósofo y escritor francés.

En casi todo matrimonio existe un egoísta y uno que no lo es, y el patrón se vuelve inflexible.”

Iris Murdoch (1919-1999) Novelista y filósofa irlandesa.