El peligro es que regresen

Ugo Stornaiolo

Son más diferencias que similitudes, pero se encendieron las alarmas en el Ecuador. El abultado triunfo de los Fernández y su tropa kirchnerista en las primarias (PASO) en Argentina, crearon un estado de angustia y tensión por el potencial retorno al país de Rafael Correa y su mafia correísta.

Argentina, en 1945, pugnaba por ingresar al primer mundo hasta que llegó el general Perón, con su populismo y su imagen, endiosada por la presencia de su esposa, Evita, y sus abrazos simbólicos a los “descamisados” que, con los años, llevaron a la pobreza a ese país. Nacía el populismo latinoamericano, seguido luego en el Ecuador por el “gran ausente”, el cinco veces presidente Velasco Ibarra.

A los votantes argentinos no los afecta la cantidad de delitos (reflejados en otros cuadernos de la corrupción, como los de Pamela y Laura) donde está implicada Cristina Fernández quien, al ser senadora, tiene inmunidad ante la justicia. Así logró la victoria junto a su compañero de fórmula, su exsecretario de gabinete, Alberto Fernández (que no es su pariente).

Mauricio Macri jugó un rol como “jefe de campaña” de los kirchneristas tras su floja presidencia, enfrentando bombas de tiempo colocadas por Cristina al terminar su período en 2015. Macri apeló al gradualismo, ajuste y a recurrir al FMI. Le faltó tiempo.

El escenario ecuatoriano es desalentador. Un gobierno débil, con poca capacidad de maniobra haciéndole el juego a las hordas correístas que festejan cada fracaso del régimen del sucesor de Correa (llamado por ellos traidor), Lenín Moreno.

Moreno enfrentó la “mesa servida” que dejó Correa: trasquilada, rota y con problemas. Tomó medidas ineficaces. Recurrió al FMI y al Banco Mundial. Hasta proclamó como sucesor a Nebot, una figura provincial más que nacional. Lasso calienta motores, pero no genera adhesiones. Es preocupante el voto duro que conservan los correístas, que se regodean con la posibilidad del retorno de su jefe. Fórmula copiada a los kirchneristas, como vicepresidente de una de sus viudas, difícil de concretarse por sus problemas con la justicia, ampliados por los chats con Alexis Mera. Pero, el peligro es que regresen.

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