Sociedad apática

César Ulloa Tapia

Ecuador registra los niveles más bajos de participación ciudadana desde que es incluido como caso de estudio en el Latinobarómetro que evalúa la cultura política de 19 países de América Latina. En el informe de 1996, el 36.6% de la población entrevistada respondió que nunca trabaja por temas que le afectan a su comunidad, mientras que el 30.8% dijo que casi nunca a la misma pregunta. Apenas, el 23.3% dijo que lo hace frecuentemente.

Parecería que esta respuesta no ha cambiado desde que inició la década de crisis en nuestro país entre los años 1995 al 2005, periodo en que hubo tres golpes de Estado con apoyo del poder legislativo y el tutelaje de las Fuerzas Armadas, en un contexto de movilización social y acción colectiva sin un liderazgo que sintonice las demandas históricas de la ciudadanía.

Uno de los resultados del último estudio de Latinobarómetro al año 2018 acerca de la democracia en Ecuador evidencia el retroceso que atravesamos en esta materia. Apenas el 49.8% contestó que “la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno”, mientras que el 18.5% afirmó que “en algunas circunstancias, un gobierno autoritario puede ser preferible” y un 26.2% dijo que “a la gente como uno, nos da lo mismo un régimen democrático que uno no democrático”.

Estas respuestas abren las puertas de par en par a un tipo de gobierno populista autoritario, es decir a uno que polarice a la población en buenos y malos, que destroce la poca institucionalidad que existe y que dé un cheque en blanco a un Mesías redentor que venga a enderezar con violencia a sus “opositores”.

En este mismo contexto, la aceptación y credibilidad de los partidos políticos atraviesa su peor momento. La mayoría de la población no votaría por ninguna tienda política si fueran las elecciones, lo que explicaría la exacerbada personificación de la política o el voto que apoya a las características “mágicas, demagógicas y redentoras” de un líder. Esto nos hace pensar que es la hora más indicada para que la sociedad reaccione y ejerza su derecho a participar, caso contrario será cómplice de que el país se vaya al despeñadero.

[email protected]