Un soldado turco murió y otro resultó herido el sábado en el norte de Irak al caer varios cohetes en una base militar, lanzados desde posiciones del grupo Estado Islámico (EI), que también protagonizó un ataque suicida en la provincia de Al Anbar que mató a tres soldados iraquíes.
Los cohetes katiuska fueron lanzados «por el grupo terrorista Dáesh (acrónimo árabe del EI) durante enfrentamientos con las fuerzas kurdas locales», explicó un comunicado militar turco. Los proyectiles cayeron en la base de Gedu, donde están desplegadas las fuerzas armadas turcas.
Los dos soldados turcos fueron transportados en helicóptero a su país, precisó el texto.
En represalia, los militares turcos «bombardearon objetivos identificados» del EI en la región, añadió el texto, sin más precisiones.
El incidente en Al Anbar (oeste de Irak) también ocurrió en una base militar, pero del ejército iraquí.
«Cuatro kamikazes se infiltraron en la base militar de Al Asad», declaró el general Alí Ibrahim Dabun, responsable del comando conjunto de las operaciones que supervisa, junto a Estados Unidos, la lucha contra los yihadistas en Irak.
«Los kamikazes eran de nacionalidades diferentes, murieron a manos de las fuerzas de seguridad», explicó el general.
El alto oficial no mencionó víctimas entre las filas del ejército iraquí, pero un comunicado posterior indicó que murieron tres soldados en la base, situada a unos 180 km al noroeste de Bagdad.