QUITO,
El gobierno ecuatoriano acusó el domingo al Congreso de presionar la renuncia del presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Gilberto Vaca, quien dejó el cargo en vísperas de que el organismo se pronunciara sobre el pedido presidencial de un plebiscito para reformar la Constitución.
«Me parece que esta renuncia obedece a la amenaza directa del Congreso de intervenir en una decisión absolutamente constitucional», afirmó el ministro encargado de Gobierno, Galo Chiriboga.
El sábado el presidente del TSE dimitió aduciendo desacuerdo con la solicitud del gobierno de que se convoque a una consulta popular el 22 de enero, en el que los ecuatorianos voten por una Asamblea Constituyente que cambie la Carta Política.
Vaca acusó al presidente Alfredo Palacio de «violentar la Constitución» al exigir, a espaldas del Congreso, la realización de una consulta popular.
Sin embargo, el ministro de Gobierno insistió en atribuir el hecho «a las presiones de los diputados» para que el organismo electoral rechace por segunda vez la iniciativa del Ejecutivo.
Chiriboga se anticipó a cuestionar como un «exabrpto» la eventual destitución de los vocales del TSE por parte del Congreso, como especulan los medios de prensa.
«Sería un acto ilegítimo. Los miembros del tribunal tienen derecho a un juicio político, por lo tanto sería un exabrupto del Congreso», expresó el ministro.
Chiriboga también desestimó las críticas sobre la supuesta ilegalidad del llamado a un plebiscito sin el previo consentimiento del Legislativo, que ha rechazado en dos oportunidades la iniciativa por temor a que los asambleístas lo revoquen.
«La Constitución prevé la posibilidad de que el presidente convoque sobre temas que el considere de importancia para una consulta popular», justificó.
AFP