El auge de la izquierda sudamericana genera euforia y expectativas en FSM

Los participantes en el Foro Social Mundial (FSM) se regocijan del avance de los gobiernos de izquierda en América del Sur, pero se preguntan cómo incidirán sus matices, moderados o radicales, en el futuro de este movimiento.

Los últimos acontecimientos ocurridos en la región, como la asunción del indígena boliviano Evo Morales, el triunfo de la socialista Michelle Bachelet en Chile y la consolidación de la revolución de Hugo Chávez en Venezuela, crean un momento de «esplendor» de la izquierda, según coinciden asistentes al foro.

Sin embargo, los matices en cuanto a las visiones y las propuestas de estos gobiernos electos ha despertado las más variadas interpretaciones y expectativas entre los asistentes al FSM.

Ignacio Ramonet, director del semanario Le Monde Diplomatique, afirmó que la llegada al poder de gobiernos progresistas en Argentina, Bolivia, Brasil, Uruguay o Chile arroja «uno de los momentos más interesantes en la historia en América Latina en los últimos dos siglos».

Ramonet, que atribuyó a los fracasos de las políticas neoliberales el auge de la izquierda, reconoció que el perfil de estos gobiernos no es uniforme al abarcar tendencias «progresistas, socialdemócratas y de izquierda democrática».

Para Candido Grzybowski, uno de los fundadores brasileños del Foro, no hay que alarmarse de este «mosaico» de las izquierdas.

«Más que un punto en común, las izquierdas latinoamericanas están estableciendo una discusión, de tener una nueva agenda. Esto es bueno para nosotros, porque hará prograsar el combate contra la globalización», estimó, y se declaró feliz de que los países «no sigan modelos».

También descartó que estos gobiernos puedan nucleares en una iniciativa como la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), presentada por Cuba y Venezuela contra el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) impulsada por Washington.

El principal asesor del presidente brasileño y dirigente del oficialista Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), Marcos Aurelio García, dijo a la AFP que experiencias como las de Lula o Chávez, muestran que en el continente surgen «diversos socialismos», todos «fuertemente marcados por valores democráticos», que deben «construir bases de acercamiento» para trabajar en conjunto.

Otro líder del PT, Walter Pomar, advirtió contra la «arrogancia» de los izquierdistas por las «victorias» en América Latina, ni subestimar «la fuerza de la derecha» ni «la de nuestros errores».

El ex jefe de gabinete del presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, José Dirceu, abogó por su parte por consolidar una integración entre los países del Sur en el Mercado Común del Sur (Mercosur) y con la creación de una red de defensa al estilo de la OTAN y un Banco del Sur, que -dijo- podría surgir a partir de la Corporación Andina de Fomento (CAF).

En su opinión, el avance de los gobiernos de izquierda en América del Sur es «sólido», aunque advirtió que su futuro depende en parte de las buenas gestiones de sus presidentes.

«La izquierda tiene condiciones y limitaciones de gobernar en la región. Su avance depende en buena parte de la gestión de sus gobernantes y que no echen de lado a las políticas sociales», señaló Dirceu, que participó en el Foro.

Reconoció las diferencias entre las propuestas de Luiz Inácio Lula Da Silva en Brasil, de Hugo Chávez en Venezuela o de Michelle Bachelet en Chile, pero destacó que estos gobiernos han sido electos y tienen un perfil democrático.

También se mostró optimista para que la izquierda siga ganando espacios con Ollanta Humala en Perú y Jorge López Obrador en México, así como con la reelección de Luiz Inacio Lula da Silva a fin de año en Brasil.

Dirceu afirmó que estaban «dadas las condiciones» para garantizar la victoria de Lula.

«Creo que están dadas las condiciones para un segundo mandato. Los efectivos programas en materia de educación, empleo y las políticas de igualdad social mantendrán a Lula (en el poder)», apuntó..

Dirceu, que fue artífice del triunfo de Lula tras haber presidido el oficialista Partido de los Trabajadores (PT) de 1995 a 2002, señaló que el problema fundamental que afrontan los gobiernos de izquierda es «enfrentar el realismo de la realidad».

«Es decir, muchos gobiernos no saben que hacer, pierden el rumbo, cuando llegan al poder», advirtió. AFP