Estudios recientes demuestran que los vacunados contra el COVID-19 están protegidos de padecer una infección severa y su posibilidad de infectar es menor que los no vacunados.
Entre las diferencias que se encontraron es que en las personas con vacuna las cargas virales descienden de forma muy rápida a diferencia de los infectados que no se inocularon.
“Si un vacunado tiene la mala suerte de infectarse, durante 48 a 72 horas va a tener una alta carga viral, en cambio un no vacunado permanece por 7 u 8 días”, menciona El doctor Jorge Geffner, investigador del virus.
Ómicron se multiplica más en nariz, garganta y las vías aéreas superiores, y en menor cantidad en los pulmones, a diferencia de Delta.
Por esa razón, la cepa descubierta en el país africano tiene una elevada carga viral, hasta 70 veces mayor que sus predecesoras, y provoca muchos contagios, al punto que muchos especialistas la compararon con el sarampión.
Los vacunados están protegidos de padecer una infección severa y morir, además su posibilidad de infectar es menor que los no vacunados. (RMC)