El sendero casi se ha perdido, la maleza ha borrado algunos de los chaquiñanes en la ladera que conduce a la capilla de la Virgen de la Peña, como se la conocía.
La pequeña estructura que cubre la piedra donde se veía la imagen de la Virgen se ubica en una ladera de la parroquia Salasaca, en Pelileo, que ahora permanece solitaria y la desolación es evidente.
“Ya nadie se acuerda de ella”, comenta Josefina Masaquiza, quien asegura que hace muchos años cientos de personas visitaban a diario el sector.
Por lo cual incluso se pensaba hacer un santuario con infraestructura para que los fieles puedan dormir.
“Pero no sé qué pasaría, todo se abandonó y no se ha vuelto a escuchar más propuestas”, dijo.
Historia
Según relatos de la propia gente del sector, fue en los años 90 cuando se hablaba de la aparición de la imagen de la Virgen María sobre una piedra.
Fue una niña de 9 años de edad oriunda del sector Chilcapamba, quien observó en varias ocasiones la silueta de la Virgen.
La pequeña caminaba frecuentemente por el sector, pues por ahí a recogía leña o a su vez iba a buscar hierba.
Ella les contó a sus padres, pero no obtenía la atención necesaria, hasta que un día los convenció.
Sus padres constataron el fenómeno y avisaron a los vecinos. La sorpresa era tal que en pocos días había recorrido el país entero.
Cientos de personas acudían al lugar impulsados por la religiosidad, la fe y hasta la curiosidad.
En pocas semanas ya se escuchaba los relatos y testimonios de personas que recibieron los favores de la Virgen en forma de ‘milagros’.
Personas que lograron sobrevivir a accidentes de tránsito, otros que se sanaron de enfermedades catastróficas y hasta gente que daba gracias porque pidieron prosperidad y fertilidad para las ‘vaquitas’ que constituían su único sustento.
Incluso los mismos feligreses se organizaron para recibir las limosnas y donativos con lo cual se construyó una capilla.
EL DATO El lugar se ubica a 50 metros de la vía Ambato-Pelileo, en comunidad Chilcapamba, antes de llegar a Salasaca.
Abandono
Toda esa fe, religiosidad y curiosidad se fue desvaneciendo con los años.
“Pareciera que la gente ya no cree, ya no tiene fe”, asegura José Jerez, morador del sector, quien explicó que son muy pocas las personas que acuden al sitio a pesar de que existe cientos de testimonios y reconocimientos de los favores que da la Virgen.
Antonia Quinapanta, presidenta de la Junta Parroquial de Salasaca, reconoció que el lugar se encuentra abandonado y deteriorado.
Aseguró que al parecer las familias que se quedaron a cargo del lugar ya fallecieron, pero desconoce en realidad cual es el motivo del abandono.
Según la autoridad, se tienen algunos proyectos turísticos para reactivar varios sectores de la parroquia y ahí está considerada la recuperación de este sitio.
Pero que por la pandemia no se ha logrado concretar. (FCT)