La pornografía infantil es uno de los problemas, que se acentuaron en Ecuador, a raíz de la pandemia provocada por el covid.
El tiempo que los niños y adolescentes pasan navegando en redes sociales, ha dejado abierta la puerta para este problema.
De acuerdo con información de la Unidad Nacional de Investigación de Delitos Transnacionales (Unidt) en el país el 38% de usuarios de Facebook y el 18 de WhatsApp tienen entre 12 y 14 años.
Mientras que el 23% de los usuarios de Snapchat y el 16% de Tik Tok están entre los 13 y 18 años.
Porcentajes que vuelven sumamente vulnerables a los menores a caer en la pornografía infantil, donde mediante engaños los ‘depredadores’ consiguen fotografías, videos y material sexual que es difundido y comercializado en la red.
TOME NOTA Cada adolescente pasa una media de 45 minutos diarios navegando por ‘TikTok’, según un estudio publicado por The Wall Street Journal.
Casos
Varios casos se han descubierto a nivel nacional, en uno de los últimos se detuvo a más de 80 personas dedicadas al delito de pornografía infantil.
El trabajo de inteligencia de la Policía Nacional se desarrolló a través de programas de internet que detectan el envío, almacenamiento y difusión de pornografía infantil.
En Tungurahua también se dio un hecho similar. En octubre de 2016 un hombre fue detenido en Píllaro debido a que fue vinculado a pornografía infantil.
Durante el operativo se allanaron dos localidades, una en Píllaro, parroquia San Andrés, barrio Cardo Santo.
Allí se incautó como evidencia vestimentas que una menor utilizaba al momento de ser grabada en vídeo, luego estos eran comercializados.
Un segundo allanamiento se realizó en las oficinas de una empresa ubicada en la provincia de El Oro, cantón Pasaje, vía a Calichana, donde se localizó el registro de la computadora (IP).
Desde donde se enviaban los vídeos por redes sociales a Italia, Noruega, Marruecos, Egipto, Colombia, Venezuela, Chile y Ecuador.
Cómo prevenir Nunca hay que dejar que los menores dispongan de un computador y conexión a internet en sus propias habitaciones o en lugares aislados de la casa donde sea difícil ver qué hacen. Es importante que los padres conozcan en qué redes sociales está registrado y si tiene perfil. Indagar de forma adecuada es imprescindible. Preocuparse por saber qué amigos tiene agregados en su perfil y en sus cuentas de correo electrónico o mensajería instantánea y quiénes son es un buen hábito. Evitar que se envíen fotografías o vídeos sin antes consensuar cuáles son los permitidos. Si pueden enviarlos, al menos debería conocer con seguridad a quién se los envían y cuál es el fin.
Opinión
Las situaciones de pornografía infantil se suelen gestar poco a poco, debido al uso que niños y adolescentes han hecho de internet sin el control.
Al chatear durante mucho tiempo con personas desconocidas, estas van poco a poco ganándose la confianza de los menores hasta obtener el resultado deseado.
Vicente Castillo, sociólogo, mencionó que la vertiginosidad con la que se vive en la actualidad ha provocado que se use a la internet como una especie de ‘niñera’ para los niños en casa.
“Antes era la televisión, ahora es la internet mediante celulares, tablets y todos los dispositivos electrónicos existentes, los adultos debemos tomar en cuenta que es nuestra responsabilidad educar a los niños y ahora debemos poner especial atención en ello”, dijo Castillo.
Explicó que es indispensable pasar más tiempo con los menores. En estos lapsos deben reafirmarse los vínculos de confianza para que los niños tengan la libertad de contarle a sus padres sus sentimientos y acciones.
“Con esto podremos estar cerca de ellos no solo en casa, sino a través de las redes sociales y así estar al tanto de lo que hacen para evitar que caigan en las artimañas que tienen los depredadores sexuales”, añadió el sociólogo.
Para finalizar mencionó que con ese vínculo establecido será más fácil que los niños y adolescentes respeten las normas que se establezcan sobre el uso de internet. (FCT)
Sanciones
En el artículo 104 del Código Orgánico Integral Penal se establece la pena para quienes incurran en este delito.
La normativa señala: “Comercialización de pornografía con utilización de niñas, niños o adolescentes. – La persona que publicite, compre, posea, porte, transmita, descargue, almacene, importe, exporte o venda, por cualquier medio, para uso personal o para intercambio pornografía de niños, niñas y adolescentes, será sancionada con pena privativa de libertad de 10 a 13 años”.