Prevenir enfermedades en los niños es posible

A sus 13 años Miguel (nombre protegido) debe empezar a lidiar con una de las enfermedades crónico degenerativas más complicadas, la diabetes.

En febrero de 2021, luego de varios chequeos médicos, le detectaron la enfermedad.

Marissela, su madre, contó que su abuela vivió más de 25 años con esta enfermedad, pero que jamás se imaginó que a su hijo le podría pasar algo así.

“De verdad que ha sido un golpe muy duro para nuestra familia, pues a esa edad padecer algo tan duro es muy difícil. La vida de mi hijo cambió por completo con esto», comentó la mujer mientras rompía en llanto.

Mencionó que los médicos le explicaron que Miguel tenía predisposición genética para la diabetes, pero que los descuidos alimentarios provocados durante poco más de dos años y agudizado durante la pandemia podrían haber acelerado el proceso para padecer la enfermedad.

Ahora su vida ha dado un giro de 180 grados y aunque la situación es difícil para todos en su casa, empezaron a cambiar los hábitos alimenticios y ahora hacen ejercicio en familia para  evitar que la salud de Miguel sufra un quebranto.

 

EL DATO

52 millones de niños menores de 5 años presentan emaciación, 17 millones 
padecen emaciación grave, y 155 millones sufren retraso del crecimiento, 
mientras que 41 millones tienen sobrepeso o son obesos, esto según datos 
emitidos por la Unicef.

 

Atención

Gladis Soria, médico general, especificó que si la alimentación infantil no es la adecuada, el niño podría desarrollar algunas enfermedades cardiovasculares o tener problemas de sobrepeso y obesidad.

Recordó que es en edades tempranas cuando los niños adquieren los hábitos alimenticios y otras costumbres que los acompañarán el resto de su vida y que luego serán difíciles de cambiar.

“Sí a un niño le enseñamos a tomar gaseosa, cosas muy dulces y alimentos procesados, será complicado que luego le guste tomar jugo de frutas sin o con muy poca azúcar y eso es dañino para ellos», puntualizó Soria.

Dijo que para ellos es indispensable desde pequeños establecer una rutina regular de ejercicio, como unos buenos hábitos nutricionales.

Gloria Flores, nutricionista, señaló que las recomendaciones para una correcta alimentación infantil necesariamente debe tener la ingesta de cinco frutas y verduras al día, no abusar de las grasas, o controlar el consumo de bebidas azucaradas y de golosinas.

“Durante la pandemia muchas personas descuidaron su alimentación y se ha visto un incremento en casos de obesidad, sobre todo infantil», comentó la nutricionista y añadió que esto es preocupante, pues el sobrepeso puede conllevar un sinnúmero de enfermedades que impidan el buen desarrollo de los pequeños.

Entre las enfermedades que se pueden desarrollar por una mala alimentación infantil se encuentran la anemia, diabetes, hipertensión arterial, gastritis, y enfermedades odontológicas

 

TOME NOTA
Según un estudio realizado por la Unicef, alrededor del 45% 
las muertes de menores de 5 años tienen que ver con la desnutrición.

 

 

Recomendaciones

“Lo más recomendable es generar buenos hábitos desde los primeros meses de vida para evitar que el sobrepeso y los errores en la alimentación se conviertan en un problema de salud que afecte a nuestro hijo, no solo en la infancia, también en su vida adulta”, dijo la nutricionista.

Entre las recomendaciones está un proceso de lactancia materna prolongada. Es decir que no sea solamente hasta los seis meses de edad, sino que dure hasta los 2 o 3 años.

Evitar distracciones al momento de comer, es decir, dejar de lado la televisión o celulares y tablets para que se disfrute y aproveche al máximo la comida.

“Esto no solo es beneficioso en lo físico, sino también en lo emocional porque permite que las familias compartan su día a día», dijo Flores.

Otro punto importante es dar ejemplo comiendo saludablemente todos los familiares y el entorno del niño.

Consumir más frutas, mínimo cinco al día. Así como verduras y hortalizas (zanahorias cortadas y peladas, coliflor, tomates, brócoli, remolacha, lechugas, etc.).

Porciones deben ser adecuadas a la edad, actividad y tamaño del niño. Sus platos deben ser más pequeños que los de adultos.

No llenar las despensas de comida precocinada, embutidos y, en general, de productos muy procesados y poco saludables.

No tener en casa papas fritas, aperitivos, bebidas azucaradas, galletas, lácteos azucarados y golosinas en general.

 

Para Soria es indispensable que los niños tengan más actividad física diaria. “Sabemos que por la pandemia los niños y adolescentes ya no salen a hacer ejercicio o jugar con sus amigos como antes, pero debemos hacer una rutina como caminar, si tenemos escaleras, subirlas y bajarlas, inclusive bailar mientras hacemos las cosas de la casa, eso ayuda a mantenernos activos y evitar una vida sedentaria», dijo la doctora.

Añadió que esto no debe imponerse como una obligación en los pequeños y que es mejor hacerlo en familia.

Un punto importante que resaltó Flores es la importancia de beber agua. Explicó que las necesidades de líquidos al día en el niño están por encima del litro de agua al día, en el adolescente y adulto la necesidad está alrededor de uno y medio a dos litros diarios.

Mencionó que el aporte de líquidos llega también a través del contenido de agua de los alimentos. “Por eso es de vital importancia tener una alimentación balanceada”, finalizó la nutricionista.