La preocupación por la inseguridad y el abigeato en diferentes comunidades rurales de la provincia motiva a los moradores a tomar medidas para paliar el problema.
Según un reporte de las autoridades entre 2019 y 2020 el robo de ganado en Tungurahua se incrementó en un 42.85%.
Esto a pesar de que el año pasado, debido a la emergencia sanitaria, se obligó al confinamiento de la población y desde el último trimestre de 2020 hasta la actualidad se mantienen las restricciones de movilidad en varios cantones.
Según dirigentes de diferentes comunidades este año la realidad frente a los robos es la misma, de ahí que se sienten cansados de la inseguridad.
Estrategias
Rondas nocturnas, activación de las Juntas del Campesinado, entre otras, constan como alternativas para frenar este problema.
Pero también se habla de la habilitación de los calabozos que existen en diferentes sitios de las zonas rurales.
Así lo reconocen varios dirigentes de Tisaleo, planteamiento que se hizo en una reunión con la comunidad.
Víctor Zumba, alcalde de Tisaleo aseguró que la situación de inseguridad en las comunidades es preocupante, por lo que sus representantes están ya tomando acciones.
“Tenemos un calabozo en el sector Chico La Esperanza el mismo que quedó operativo para que, en caso de tener estos temas delictivos, los delincuentes puedan ser llevados allá”, dijo el burgomaestre.
Enfatizó que es necesario que existan acciones alternas a las que la Policía pueda tomar para apoyar.
“Debemos sentar un precedente”, comentó Zumba al tiempo de asegurar que se está trabajando en una ordenanza que respalde este accionar.
Análisis
Raúl Cholota, dirigente comunitario en Santa Rosa Alta, explicó que el tratamiento de la justicia indígena es más profundo que el castigo o la sanción.
Indicó que en la cosmovisión ancestral en la justicia indígena no se puede ya hablar de una retención y peor en un espacio como los calabozos.
“En la actualidad las personas que por alguna razón son detenidas por la comunidad permanecen en las mismas casas comunales donde los dirigentes o líderes indígenas sesionan”, comentó.
Criterio similar es el que tiene Pedro Tisalema, fiscal de Asuntos Indígenas, quien aseguró que no se puede retener a una persona, sino que se trata de una convivencia donde la comunidad le enseña los valores de vivir en comunidad.
Para el Fiscal nada tiene que ver la justicia indígena con las Juntas del Campesinado ya que las últimas ni siquiera son reconocidas en la Constitución del Ecuador.
EL DATO Las denominadas casas comunales construidas hasta los 2000 contaban con un calabozo en la zona rural.
Mala práctica
Una de las experiencias que consternó a la provincia y el país se registró en Quero, donde un joven de 27 años desapareció luego de la retención por las denominadas Juntas del Campesinado.
Esto sucedió en 2001 y hasta la fecha la familia continúa buscando justicia y explicación del caso.
En julio de 2020 las autoridades provinciales acudieron al sector donde se ubicó el calabozo en el que presuntamente permaneció el joven, al que al parecer lo desaparecieron.
A pesar de este caso los moradores conocen que en las casas comunales aún existen estos espacios denominados calabozos. (FCT)