Decenas de personas salieron a las calles este lunes 17 de mayo, en la última semana del confinamiento en Tungurahua y otras provincias.
Se apresuran para generar la mayor cantidad de ventas, puesto que deben aprovechar las horas antes del toque de queda.
Aseguran que desde que se dispuso el confinamiento tuvieron que ajustarse a un nuevo horario y que las ventas han disminuido considerablemente.
Locales por quebrar
Javier Mosquera, propietario de un local de venta de electrodomésticos, aseguró que ya no cuenta con capital para sostener su negocio.
A raíz de la pandemia todo ha sido pérdidas, pues la ciudadanía tiene que priorizar los gastos.
Sin embargo, asegura que con el último confinamiento definitivamente terminaron por empujar el negocio a la quiebra.
“Si bien no se vendía mucho, pero al menos se podía hacer negocios y promociones los fines de semana”, comentó.
Según el comerciante, los clientes salían de sus trabajos y desde las 19:00 acudían al almacén, pero con el toque de queda ya no podían hacerlo.
Aseguró que el fin de semana, especialmente los sábados, los clientes llegaban en familia por algún artículo, pero con el estado de excepción se dejó de lado.
Criterio similar comparte Rafael Cárdenas, quien tiene un almacén de ropa. Para él las restricciones se enfocan en limitar el trabajo de los locales formales, mientras que en las calles la ciudadanía se aglomera sin control.
“Lo que han logrado es que más gente salga a vender en las calles”, dijo al tiempo de asegurar que está a punto de sumarse a la informalidad.
Explicó que deben pagar impuestos, arriendo, deudas y las ventas cada vez son más insignificantes.
Gerardo Caiza, propietario de un local de comidas, aseguró que si bien estos establecimientos pueden atender a domicilio no significa que sean ganancias.
Al contrario se generan más gastos porque deben contratar un repartidor. “Solo es sobrevivir”, dijo.
EL DATO Alrededor de 5 millones de dólares por cada fin de semana serían las pérdidas en el sector productivo.
No se tiene una evaluación real
Diego Mosquera, presidente de la Cámara de Comercio de Ambato, indicó que como sector productivo y comercial de Ambato no ven resultados favorables en el último estado de excepción.
Para el empresario lo que si se videncia son las pérdidas significativas en todos los sectores productivos.
Esto debido a que se ha dejado de facturar al menos 5 millones de dólares por cada fin de semana. “Detener la actividad productiva es contraproducente bajo todo concepto”, señaló.
Propuestas
Desde la Cámara de Comercio de Ambato se indicó, a través de un documento que se requiere medidas eficaces para encontrar un balance entre la prevención de contagios y la reactivación económica.
Entre las propuestas se plantean focalizar las medidas de restricción a la libre movilización en horarios nocturnos.
La realización permanente de pruebas de detección de Covid-19 a través del sector público y privado. Contar con un plan de vacunación masivo, eficiente y transparente.
Enfocar los controles a la informalidad, considerando que el comercio formal respeta los protocolos de bioseguridad, mientras que los mayores focos de contagio se dan en las actividades informales.
Fortalecer el control y sanción hacia eventos sociales y deportivos que incumplan las restricciones vigentes.
Implementar medidas de compensación en favor del sector comercial y de servicios.
Teletrabajo y horarios escalonados de ingreso y salida del personal que trabaja de manera presencial. (FCT)